Curiosamente tanto el presidente, como varios de sus ministros y referentes políticos rechazaron previamente la misma, asegurando que no era organizada por ese espacio político.Ante el éxito de la jornada, mediante las redes sociales y en entrevistas con medios porteños, tanto Macri como la mesa chica de Cambiemos dijo luego “apoyar” la manifestación popular. Tal vez el temor al resultado de la convocatoria haya generado esa “prudencia”.Lo cierto es que -contra los pronósticos- personas de todas las edades se expresaron a favor de sostener un mandato constitucional, un sistema de gobierno democrático en medio de mensajes apocalípticos emanados de sectores de la oposición que apostaron a una escasa adhesión al #1A.Más allá de la masividad, si hubo o no colectivos y choripanes, si en Buenos Aires viajaron con la Sube; el Gobierno y la oposición deberán leer con atención el mensaje que dejaron las miles de almas que salieron a las calles.En principio, para el macrismo gobernante, la gente no sólo salió a respaldar “el cambio” que promueve, sino a pedir cambios en el cambio, bajo la premisa de que la actual gestión termine en tiempo y forma. Hubo críticas en las plazas sobre la gestión nacional, porque ya nadie da un cheque un blanco. Para la oposición, se escuchó un “no vuelven más” en varios de los puntos de mayor convocatoria, dirigido al kirchnerismo que viene apuntalando la mayor cantidad de movilizaciones y piquetes contra el actual gobierno. Sumados los cánticos contra referentes sindicales, algunos de los cuales medirán su adhesión el próximo 6 de abril con un paro nacional.
Discussion about this post