Este parque es el escenario perfecto para la práctica del turismo activo. Allí, el emblemático río Arrayanes ofrece una inmejorable forma de navegación, la travesía en kayak una de las propuestas que invita a redescubrir la Patagonia desde otra perspectiva, una mirada desde la armonía del agua y la paz reinante del lugar.Adentrarse y recorrer los ríos patagónicos es traspasar un portal hacia un nuevo estadío, hacia un espacio en equilibrio, limpio, alegre, de cielos inmensos, que permite tener una visión muy diferente a la que se observa desde la montaña. Y así es posible acceder a rincones alejados a los que solo es posible llegar a través del agua. Difícilmente desde un sendero se pueda apreciar la flora y fauna que habita en las orillas. Durante la travesía se descubren escondites donde se asoman arrayanes que intentan abrazar el lecho del agua como queriendo protegerlo, coihues que se entrelazan con otras especies de árboles patagónicos, como en un cuento de ficción.Al mismo tiempo, aves de todo tipo acompañan al compás que marcan las remadas, incluso es posible llegar a observar alguna bandada de flamencos rosados.De igual modo, y cuando se deja de remar para dejarse llevar por la tranquila corriente del río, y el agua se aquieta, se puede captar el movimiento de las truchas que en su hábitat natural, nadan tranquilas sin sentirse invadidas por el ser humano. Al navegar el río Arrayanes se observan los contrastes de los verdes de la vegetación con los turquesas de las aguas. La excursión, que puede llevar de dos a cuatro horas y es ideal para descansar y desconectarse, es apta para toda la familia y no requiere de experiencia previa. El kayak de travesía es una de las actividades outdoors con mayor crecimiento en el mundo gracias a la facilidad con que se puede practicar y el contacto especial con la naturaleza que brinda. Así que ya lo sabe, si busca paz y redescubrir sitios que ya ha visitado, navegar en kayak en el Parque los Alerces es una excelente alternativa.Cafayate todo el añoAl pensar en Cafayate se vienen a la mente los famosos “vinos de altura”, reconocidos y premiados en la Argentina y en todo el mundo, gracias a las variedades de tintos y blancos imposibles de imitar en otros entornos. Pero claro, esta ciudad salteña también es conocida por sus paisajes, su amplia oferta de servicios turísticos y su excelencia gastronómica. Sin dudas, es uno de esos lugares del norte argentino que no pueden dejar de visitarse, aún más en marzo y abril, cuando la temperatura se torna más amigable y pueden disfrutarse sus múltiples paseos en plenitud. A continuación, algunas excursiones y actividades recomendadas:Quebrada de las Conchas: una excursión que lleva al menos medio día, si se quiere hacer disfrutando de cada detalle. Los amantes de los paisajes y la fotografía no olvidarán este paseo, ya que las vistas del Valle Calchaquí desde los puntos estratégicos son maravillosas. En este paseo se visita el imponente Anfiteatro natural, que se encuentra literalmente dentro de una montaña: una abertura permite la caminata hasta el centro, en el cual las paredes de piedra de al menos 100 metros de alto envuelven al visitante, generando un sonido y una acústica únicas para realizar conciertos y cantar. Ruinas de los Quilmes: las ruinas se encuentran en el Departamento de Tafí del Valle, y es una excursión que combina historia con bellezas naturales. Los Quilmes, pueblo originario que vivió en esa zona, fueron derrotados por los españoles en el año 1667 y obligados a caminar desde ese lugar de Tucumán hasta lo que hoy es el Partido de Quilmes, muriendo la gran mayoría en el camino. Además de esta parte de la historia, con los guías locales el viajero podrá conocer el modo en que vivían, sus casas, su organización y por supuesto, el legado que aún hoy continúa vigente con los descendientes. Cafayate: otras excursiones imperdibles son la recorrida por los Médanos de Cafayate, que se recomienda hacerla a caballo; paseos por la zona de Yacochuya, donde hay canales de agua, espacios de merenderos para las familias, vestigios diaguitas por toda la zona, y muchos miradores naturales; y el interesante Museo del Vino, un atractivo único en el Valle Calchaquí.
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