En la ardiente arena del desierto entre México y Estados Unidos, los amerindios Tohono Oodham cantan y danzan invocando a su tótem, el águila, contra el muro fronterizo que pretende construir el presidente Donald Trump y que partiría en dos sus tierras ancestrales.Los ritmos de la danza tribal rompen el silencio del árido desierto de Sonora, mientras que las mujeres, descalzas y envueltas en incienso, agitan sus coloridos vestidos en un paisaje de cactus imponentes."Este es nuestro territorio ¡y lo queremos sin muros!", clama Alicia Chuhuhua, de 80 años, representante del Consejo Supremo de la tribu.Su rostro se frunce mientras lanza su discurso de protesta, entre una bandera de México y otra de Estados Unidos izadas para la ocasión.En su lengua autóctona explica cómo su tribu, cuya tierra ancestral se extiende por la estadounidense Arizona y la mexicana Sonora, se "rompería" con el muro que Trump prometió como panacea contra el narcotráfico y la inmigración ilegal.Cerca de 3.000 tohonos viven en la zona, la inmensa mayoría del lado estadounidense. Y sus movimientos se han visto limitados en los últimos años por una valla fronteriza cada vez más impenetrable.El muro de Trump haría las cosas "aún peor", dice a la agencia AFP Mike Wilson, de 64 años, un tohono de botas vaqueras y larga coleta canosa."El muro es una violación internacional de los derechos humanos" porque bloquea el libre tránsito de una etnia en su propio territorio, afirma este hombre que sirvió en las operaciones especiales del ejército estadounidense y, tras retirarse, se convirtió en activista de derechos humanos.Y asegura que llevará su causa hasta la ONU con el apoyo de otras tribus que forman el Congreso Nacional de Indios Americanos.De su lado, el gobierno mexicano prometió apoyar a la tribu en una demanda ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.Fuente: Noticias Argentinas
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