En algunos circuitos de esta ciudad, los usuarios comenzaron a recibir las boletas de la empresa Emsa correspondientes al período 03/2017, con incrementos que se ubican entre 60% y 70%, en promedio, aunque se observan algunos casos donde pareciera que hubo una suba mayor.La empresa informa en la boleta que “el Gobierno nacional resolvió incrementar los precios de energía a partir del mes de febrero de 2017, ante ello el Poder Ejecutivo Provincial decidió absorber los mayores costos de febrero y aplicar el incremento a partir de marzo”.No hay otra información y las boletas no explican el porcentaje que aplicó al prestataria a los usuarios misioneros. Tampoco se informó oficialmente desde la empresa. Las cooperativas eléctricas, por su parte, señalaron la semana pasada que el incremento sería de entre 60% y 100% en algunos casos. Lo aseguraron luego de una reunión que tuvieron con el presidente de Emsa, Sergio Ferreyra. Tanto la empresa provincial como las cooperativas empezaron enseguida a recibir reclamos por el incremento pero le echaron la culpa a la Nación, y algo de razón tienen, porque hace un año el megavatio costaba 75 pesos. Luego se incrementó a 320 pesos. A partir de febrero de 2017 la energía mayorista que Emsa le compra a la distribuidora Camesa subió a 400 pesos (cada megavatio) y desde marzo se incrementó a 640 pesos, en los casos de potencia menor a 300 KW. La Nación -a través del ministro de Energía, Juan José Aranguren- sostiene que en los últimos años el usuario de energía pagaba menos de lo que costaba generarla y que la diferencia de costo se cubría con subsidios del Estado. Esos subsidios tenían la finalidad de no encarecer el servicio.Ahora el Gobierno tiene como prioridad reducir el déficit fiscal y por ello comenzó a quitarle subsidios a numerosos servicios y productos, entre ellos, la energía eléctrica.Lamentablemente el impacto para los usuarios es muy duro y compromete a todos los sectores por igual: tanto a los usuarios pequeños que ahora pagarán como si fuera un servicio de lujo como a los comercios o industrias que podrían aplicar recortes en sus gastos para compensar esta suba. Lo más preocupante es que los recortes siempre empiezan por el personal.Además del precio neto de la energía, en Misiones, Emsa y las cooperativas aplicaron otros aumentos que están relacionados con el costo de generación de electricidad, que se habría incrementado 55% (no hay datos certeros porque no lo informaron) y con el VAD que es el Valor Agregado de Distribución, sobre el cual tampoco se explicó cuánto incremento tuvo. Para colmo, el gremio de Luz y Fuerza está reclamando una paritaria de 35%. Solo en Emsa son casi 2.000 empleados de planta y otros 500 monotributistas que le generan un altísimo costo a la empresa y contribuye al déficit grosero que se registra cada mes. A todo colorLas boletas de este mes le salieron más caro a Emsa -seguramente- porque vienen con un remarcado cuadro rosado donde aclaran que la suba es culpa de la Nación y que Misiones absorbió el primer tramo.
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