Señora Directora: Quiero sumar mi voz a quienes se oponen a las nuevas obligaciones propuestas para motociclistas y motoqueros. Cero que con ellas se parte de una base errónea: de que todos ellos son delincuentes. Una idea que a muchos seduce, sobre todos quienes consideran que la motocicleta antes que un medio de transporte es un fastidio, ruidoso y peligroso.Nada tengo para decir de ellos, pero creo que ideas similares son las que provocan el estudio de normas que se quieren imponer sin una real evaluación de su efectividad. Con esa visión miope, se perjudica a quienes tenemos a la moto como medio de transporte y somos incapaces de alcanzar un automóvil pequeño o una 4×4 para tener en qué ir al trabajo o salir de paseo.A veces me pregunto: ¿si detrás de esto no habrá un negocio de los transportistas de pasajeros?
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