Como todo lo que existe en el planeta tierra es polar, lo opuesto a vejez como decadencia es como sinónimo de sabiduría. Históricamente la vejez se ha movido entre esos dos polos: el de la sabiduría y el de enfermedad y decadencia. Desde esta columna impulsamos la idea de que se puede elegir vivir esta etapa de la vida para adquirir sabiduría. Pero la edad por si sola no la otorga , sino que se adquiere cultivando varias cualidades, especialmente la compasión y el humor.Un informe titulado: “Cerebro feliz: la risa y el sentido del humor” realizado por un equipo de expertos de la Universidad de Navarra-España, explica que el sentido del humor ayuda no solamente a vivir mejor, sino que es una de las condiciones de la longevidad. Esto se traduce en el cuerpo físico como fortalecimiento del sistema inmunitario y menos probabilidades de sufrir infartos de miocardio o apoplejías.“El humor y la felicidad se asocian con llevarse bien con uno mismo y el entorno Para ello importan, sobre todo, el sentido de la vida y las relaciones con los demás. Si uno puede reírse de los impedimentos para ser feliz, es que los puede superar”, afirma la Dra. Natalia López Moratalla, catedrática de Biología Molecular de la Universidad de Navarra.En el caso de las mujeres, observo y me pasa, que cuando nos reunimos y recordamos anécdotas y travesuras de otros tiempos, reimos mucho, a carcajadas. Nos reimos de nosotras mismas y de nuestros pequeños achaques. Surge en ese momento la sensación de comunión de espíritu que nos hermana, y ello es un atributo exclusivamente femenino. Los hombres rien por otras cosas.La Dra.Jean Shinoda Bolen, analista junguiana y profesora de psiquiatrìa clínica de la Universidad de California-USA, expresa que la risa y la carcajada que se manifiesta entre las mujeres de la tercera edad, cuando están en grupo, es la risa curativa. Y que va acompañada de la sensación de estar compartiendo algo sincero y absolutamente genuino. “La risa brota como reacción frente a historias que contamos de nosotras mismas…de momentos pasados triunfantes o vergonzosos. Las historias y la risa se van acumulando hasta entrar en ebullición, y el resultado es un estado general de diversión…Una risa en la cual las endorfinas, las moléculas de la emoción, sanadoras y procuradoras de bienestar, fluyen. Cuando las mujeres maduras se reúnen, es muy probable que rian hasta que salgan las lágrimas porque saben entender cuando se encuentran con mujeres de sensibilidad parecida”, dice la Dra. Bolen.ColaboraHilda GonzalezExperta en [email protected]
Discussion about this post