María es una persona pacífica, no le gustan los conflictos, sin embargo es el cuarto día que no puede llegar a su trabajo a tiempo porque un grupo de personas disconformes, -todavía no entiende muy bien que reclaman-, cortan el tránsito lo que le implica perder el presentismo. Sumado a esto la corrida para acomodar a los niños dado que seguían sin clases y ella tiene que ir a trabajar, todo esto la altera bastante y la subsume en este sentimiento de impotencia y bronca, está al borde de estallar.Juan tambien es una persona pacífica, líder del grupo de productores locales, está harto que los pesos no le alcancen y se aprovechen de ellos, tampoco entiende bien como es la cosa, sus vecinos de otras chacras lo apoyan, están todos muy molestos: deciden salir a cortar la avenida.Piqueteros cortan las calles, las Fuerzas empujan, los gremialistas docentes no dan clases, los gremialistas recolectores de residuos no recogen la basura, todos se quejan de los cortes, sin embargo, cuando algo no gusta, salen y cortan. ¿Reclamos ante quien?, ¿al viento?.Todos salen a la calle por lo que consideran más justo, con un reclamo subyacente de democracia de una manera que poco tiene que ver con la democracia y sin utilizar los mecanismos que ésta prevé. Al igual que se protesta en contra de la violencia ejerciendo violencia.Y pasan los días y continúa la tensión. Los medios de comunicación sindican culpables como si el conflicto no fuera multicausal y tuviera sólo dos términos: inocentes y culpables, recortando el resto de la cuestión y mostrando solo la parte violenta. El poder no se dirime en la calle, ya deberíamos saberlo, antes de ayer no mas recordamos una fecha tan fuerte para todos los Argentinos. Al igual que otrora, ni los tanques en la calle ni las gomas quemadas solucionan algo, la huelga y el piquete solo muestran la bronca y generan más de lo mismo, transformándose en una guerra de pobres contra pobres, en la que no gana nadie. Resuena, ¿no?Los conflictos son naturales en la convivencia humana y por lo tanto el esfuerzo debemos hacerlo en aprender a manejarlos, en lugar de personalizar y querer ganarle al que tenemos en frente.Las redes estallan de comentarios violentos, ya sea el Indio Solari; Cristina Kirchner; Mauricio Macri; los paros; los cortes de ruta; la visibilización del reclamo, todo parece simplificarse en dos términos pero con la misma violencia de uno que otro lado. Se puede cambiar? Por supuesto que SI. Institucionalicemos el diálogo como mecanismo para la construcción de paz desde la convicción que si abordamos el conflicto inclusivamente puede transformarse en una oportunidad para todos los que participemos.En lugar de reaccionar con más violencia ante la impotencia de un corte de calle, en lugar de reaccionar con más comentarios violentos en las redes, prevengamos el conflicto con más educación, más escenarios de diálogo genuino y más información compartida para poder comprender.Confiemos en el poder transformador del conflicto, si se actúa con responsabilidad y respeto a todas las personas involucradas, nos permitirá crecer como sociedad. Se trata de una tarea de todos, el Estado escuchando la voluntad de la población, generando los espacios de diálogo, entendiendo las necesidades, respetando las costumbres, con menos sellos y más soluciones. La sociedad organizándose de manera responsable para hacerse escuchar respetando los canales democráticos, las Instituciones, mediante líderes sociales positivos y dejando de lado a los agitadores.La prensa y medios de comunicación analizando las causas de manera metódica, analítica y responsable, poniendo en evidencia la necesidad de coordinación previa y haciendo entender que para comprender un conflicto social no basta con señalar un culpable.No acusemos más, hagámonos cargo de nuestra parte, ¿respetamos las normas? desde lo más básico como la prioridad de paso en una esquina hasta las más grandes -leyes laborales por ejemplo-, ¿contribuimos al agite o ponemos manto de reflexión y análisis en nuestras cuestiones?, ¿nos ponemos en el lugar del otro? ¿tendemos puentes o construimos muros?, ¿que compartimos en las redes? Cambiemos por una lógica de paz, usemos los mecanismos previstos y respetemos. La sociedad de la que nos quejamos la construimos entre todos. ¿Queremos cambiar?, ¿Tenemos voluntad de transformarnos? Sin voluntad de transformación difícilmente se pueda operar pacíficamente un cambio.ColaboraValeria [email protected] 3764-510132
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