En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, denunció que en los tres primeros meses del año los cuatreros que operan en esa región ya le sustrajeron “cuarenta cabezas de ganado y doce equinos”.“El último robo fue en la madrugada de ayer, cuando encontré numerosos cortes en los alambrados, en distintos puntos del campo. Hallé los restos de seis vaquillonas con avanzada preñez, todas carneadas y de un precio de 15 mil pesos cada una. Estoy harto ante tanta impunidad con la que se mueven estas mafias, que evidentemente, cuentan con una muy eficaz logística y apoyo. ¿A quien acudir? Somos simples trabajadores que bregamos diariamente por estar al día con nuestras obligaciones, tanto como ciudadanos; como así también en nuestra condición de contribuyentes”, expresó indignado.El propietario del establecimento San German Porá afirmó que siempre tiene las mismas respuestas de las autoridades. “Dicen que son bandas de brasileros, sin embargo nunca los detectan, pese a que patrullan”, finalizó.
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