Un total de 27 familias que hace 20 años había usurpado espacios de la vía pública sobre la avenida Alem, entre 115 y Monseñor D’Andrea, para construir sus casas, fueron relocalizadas a la zona de Itaembé Miní. Mediante un trabajo conjunto desarrollado entre la Municipalidad de Posadas y el Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (Iprodha), son trasladadas y reubicadas en viviendas del barrio Sol de Misiones, perteneciente al Centro de Integración Territorial de Itaembé Miní Oeste.Según explicó el coordinador de Tierras y Agua de la Municipalidad de Posadas, Jorge Atencio, hace tres años se efectuó el censo y “ahora junto con el Iprodha estamos haciendo la relocalización, atendiendo toda esta problemática que se da, no solamente en esta avenida, sino en muchas otras”. El funcionario agregó que, una vez trasladadas las familias, automáticamente se procederá a la apertura de la avenida Alem, zona Este y Oeste. “En la mañana del lunes ya hicimos la relocalización de cuatro familias. Para los vecinos esto es un sueño cumplido, y nosotros estamos muy contentos de poder darle a estas personas una mejor calidad de vida”, señaló. Así, más de 120 personas serán trasladadas durante esta semana. “Se van a casas que son construidas por el Iprodha, llamadas Misionerita. Son viviendas de madera, listas para habilitar, con todos los servicios”, contó Atencio a PRIMERA EDICIÓN. A su vez, describió que “son muy lindas casas, en un lugar muy lindo”, y aclaró que la zona cuenta con “comisaría y escuela nueva, es decir, tienen todos los servicios”. El funcionario se refirió a la importancia que estas familias tengan un nuevo hogar, ya que actualmente la zona que habitaban es proclive a constantes inundaciones, situación que demandaba la asistencia constante del gobierno de la ciudad. “Era el principal problema que tenían estas personas, además de estar ocupando sectores de la vía pública”, manifestó.Según Atencio, el procedimiento es desalojar a los inquilinos de las casas y proceder a la liberación de la avenida mediante el desarme de las viviendas. “Se trabajará con las retroexcavadoras para levantar todo y evitar que intrusen de nuevo”, dijo, al tiempo que aclaró que esa problemática los acecha continuamente ya que “la gente viene y se mete”. Admitió que “si las cosas van bien y no llueve, a lo mejor dentro de cinco o seis días tengamos toda la gente en sus nuevas casas”, finalizó.
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