Expendedoras de combustibles de todo el país plantearon, durante una reunión de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha), la posibilidad de relanzar el “servicio de playa” o cobro de adicional por comercialización, con el objetivo de enfrentar la crisis del sector.La iniciativa, que ya se implementó hace una década, consiste en la implementación de un plus al litro de combustibles en el surtidor. La medida surgió a comienzos de 2007, cuando las estaciones de servicios decidieron aplicar el recurso para enfrentar la continuidad a miles de comercios. Si bien se mantuvo vigente algunos meses (un año en el caso de Córdoba y Chaco,) los fallos de la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Garantías de Junín, La Plata, Corrientes y Rosario, entre otras, dispusieron su caducidad. “El aludido adicional, una especie de sobreprecio aplicado al valor de venta al público del litro de combustible, no posee ningún sustento legal ni fáctico que lo valide, más allá de las razones de estricta conveniencia económica de los comerciantes del sector”, sentenciaba un fallo. Sin embargo, el secretario de Cecha, Oscar Díaz, indicó que en la última reunión de la entidad muchos sugirieron volver a implementarlo debido a la falta de respuestas de las compañías petroleras al reclamo de un margen de ganancia más amplio. “Nuestra rentabilidad está al límite y encima ahora debemos enfrentar la negociación paritaria”, subrayó.A todo esto, el presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio y Afines del Nordeste (Cesane), Faruk Jalaf, indicó que en la provincia nunca se aplicó una medida de estas características y que “en Misiones creemos que aumentar los precios de ventas no mejorará la situación, sino todo lo contrario. Como Cámara no adherimos a esta medida ni hemos hablado nada la respecto”, adelantó Faruk Jalaf. Cabe recordar que para el mes próximo se espera un nuevo ajuste en los valores de las naftas, tal como adelantara el ministro de Energía, Juan José Aranguren, quien acordó con las empresas aplicar una revisión trimestral en base a la evolución del cambio, el precio del crudo y el valor de los biocombustibles.
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