El avance en los <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/229474/no-es-un-cuento-chino-alerta-por-importacion-de-viviendas.html">acuerdos para la compra de casas prefabricadas chinas</a> por parte del Gobierno nacional encendió la alarma en el sector forestal de la provincia de Misiones, que incluso presentó una <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/241798/madereros-de-misiones-quieren-competir-con-casas-chinas.html">propuesta de viviendas de madera para competir con las importaciones</a>. Es que de esta manera, lo que pretenden es proteger los más de 20 mil puestos de trabajo que dependen de la industria nacional.“En Misiones las industrias tienen capacidad de fabricación de viviendas con madera en gran escala y de excelente calidad. Si el Gobierno compra viviendas chinas es un golpe muy fuerte, hay que frenar la importación. Las viviendas no son baratas, no tienen eficiencia energética y las traen hechas de China, no generan mano de obra local”, advirtió la gerente de la Asociación de Productores, Industriales y Comerciantes forestales de Misiones (Apicofom), María Cristina Ryndycz.En este sentido, Pedro López Vinader, titular de la Apicofom, manifestó que la medida no afectará solamente a los madereros sino a toda la industria.“No solamente el sector forestal rechaza la medida sino de todas las cámaras argentinas que construyen con otros tipos de material, porque afectarán no solo a las casas de madera sino también a las de mampostería, y a otras empresas afectadas por la importación de productos textiles, cerámicas, a la metalmecánica y a los que fabrican griferías para baños y sanitarios. Hay mucha gente suspendida de sus puestos de trabajo. Esa decisión afecta el nivel económico del país”, sostuvo Vinader.En consonancia, el secretario adjunto del Sindicato Obrero de la Industria Maderera de Eldorado (Soime), Domingo Paiva, indicó que se encuentran luchando para que la importación sea cero.“Podemos proveer esa madera, hay que consumir la industria nacional, ellos ofrecen un producto a 50% menos del valor, es atendible pero no hay competencia con las viviendas que se construyen acá, de calidad ni hablar”, sostuvo.ImportacionesEl Gobierno nacional invertiría más de $624 mil millones para la compra de un millón de casas prefabricadas en China. Ante esta situación, desde la Asociación Maderera, Aserraderos y Afines del Alto Paraná (Amayadap) alertaron que entre el 2015 y este año hubo cerca de 320 despidos solo en dos localidades de la provincia. “Se habían registrado 2.800 empleados en 2015. A partir de 2016 y hasta ahora, la baja fue de 320 personas. Esto quiere decir tenemos entre 15% y 20% menos de personal ocupado. Lo anterior sumado a que los que tuvieron la suerte de no ser despedidos, están trabajando menos. Si sumamos las dos variables, podemos decir que hay entre 20% y 25% menos de mano de obra, teniendo en cuenta a las empresas de Eldorado y Montecarlo”, detalló el dirigente de Amayadap y empresario maderero, Román Queiroz.Expresó que si bien se implementaron las normas técnicas y licencias automáticas, que mermaron el ingreso de productos aserrados extranjeros, “sentimos que no es suficiente porque sigue siendo elevado el stock”. “En los primeros seis meses del año pasado, las importaciones se incrementaron 300% para algunos productos madereros como el prensado fenólico y muebles de madera para cocina y baños. Nosotros hemos bajado 50% la producción”, sostuvo.En este contexto, Queiroz precisó que en el caso de los aserraderos la baja fue de entre el 20% y el 30%, “en parte producto de recesión sumada a la importación”.“Los aserraderos se vieron obligados a parar la producción debido a que en sus galpones no entraba más mercadería por lo que han despedido personal y han recortado las horas de trabajo”, agregó.En consecuencia remarcó, el pedido al Gobierno nacional para frenar las importaciones “de manera más estricta”.“Se habla de reactivación, de baja en la inflación, y que Argentina se está poniendo de pie. Hoy marzo de 2017 la realidad se ve en la calle, no hay empresas que estén mejorando su producción en la cantidad. Se ven locales cerrados, se ve muy poco consumo interno y no estamos viendo esa reactivación. Esperemos que los indicadores sean reales”, opinó.Sin planes de contrataciónNo hay clima de optimismo sobre todo en los empresarios a la hora de contratar personal. Las expectativas de creación de nuevos puestos de trabajo en el sector privado no solo continúan moderadas, sino que se percibió una caída en la proyección que realizan para el período ente abril y junio.En síntesis, no habrá destrucción de puestos de trabajo pero la moderación es ley: 8 de cada 10 empresarios no incrementarán su plantilla laboral.Así surge de la Encuesta de Expectativas de la consultora privada Manpower para el segundo trimestre del año, que releva a 800 empresarios de diversos sectores como la construcción, el comercio, la minería y las finanzas. La encuesta evidenció que un 13% espera aumentar su contratación, un 7% anticipa un descenso, y un 74% no espera cambios. Un 6% directamente no sabe qué hará.Según la firma especializada, la Expectativa Neta de Empleo (ENE) para el segundo trimestre de 2017 es de +6%, lo que muestra una disminución de un punto contra el período enero-marzo y un estancamiento interanual. Por su parte, el dato ajustado por estacionalidad cae dos puntos.“La sorpresa es que no hay sorpresa. La expectativa fue más positiva en el arranque del año y volvió a caer, con lo cual estamos en el mismo nivel que a mediados de 2015”, aseguró Alfredo Fagalde, director general de Manpower Argentina, en diálogo con Infobae.Fagalde aseguró que los empresarios “serán muy cautelosos los próximos tres meses porque no detectan signos claros de hacia dónde se focalizará la economía. Están a la expectativa de ver qué sucede”.¿Y la construcción?La visión contrapuesta que hoy parece tener el Gobierno con los empresarios tiene para Fagalde una explicación. “Todos los mensajes positivos que tienen que ver con la macroeconomía son ciertos, pero no necesariamente tienen impacto inmediato en el empleo”, aseguró.Y ejemplificó: “Si se crean 24.000 empleos esto representa el 0,4% de la masa asalariada del sector privado, no tiene un impacto significativo en el conjunto”. Con todo, la gran encrucijada del Gobierno es que quiere que la recuperación se sienta rápido.El último mes del año pasado terminó con 20 licitaciones por día de obra pública, y la construcción busca ser la promesa que no fue en 2016. Sin embargo, y en la encuesta de expectativas del segundo trimestre no obtuvo un buen resultado por parte de los empresarios. “Los empleadores del sector de la construcción reportan el declive más notorio por seis puntos porcentuales”, aseguró el informe.No despega la obraUn indicador privado revela que la venta de cemento para el consumo interno registró en febrero el nivel m&aa
cute;s bajo de los últimos diez meses, con una caída del 8,5% en comparación con enero.Significa que volvió a plancharse y esto repercute de modo directo en el empleo. Vale recordar que según datos oficiales, Misiones perdió en 2016 casi dos mil puestos formales de empleo en la construcción. La cifra se incrementa si también se toman los puestos informales, pero en estos casos no se puede calcular el número.De acuerdo con la Asociación de Fabricantes de Cementos Portland (AFCP), en el segundo mes del año se despacharon 806.000 toneladas del producto. En el acumulado, la demanda de cemento totalizó una baja de 0,7% en el primer bimestre respecto del mismo período del 2016, considerado por la industria como el peor año del último lustro en términos de comercialización del insumo.La situación afecta también a otros rubros vinculados con la construcción, cuyos indicadores muestran que están lejos de un repunte.Distintas mediciones confirman que la venta de artículos de grifería, sanitarios, pinturas y cerámicos, acumularon una caída en el primer bimestre del año y van camino a concluir marzo también en baja.Por poner un caso, el Índice Construya, -que mide la evolución de los volúmenes vendidos al sector privado de los productos para la construcción-, destacó en su último relevamiento que la comercialización de insumos cayó en febrero 6,7% comparado con igual mes del año pasado.Dicho índice es clave porque también mide la demanda de ladrillos, cal, aceros largos, carpintería de aluminio, pisos y revestimientos cerámicos, adhesivos y caños de conducción de agua.De todas formas, empresarios del sector manifestaron su confianza en que en los próximos meses se podrá ver un punto de inflexión en esta tendencia.Creen que la obra pública, en combinación con planes para el estímulo de la construcción privada, generará un repunte que será más visible en la segunda mitad del año.
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