“No se puede hablar de restricción ilegal. Sin anticipar juicio, hay fuertes indicios de que los imputados participaron activamente del delito de tráfico de drogas y que integran una asociación criminal que persigue tal fin”. La conclusión -textual- corresponde a la Justicia Federal de Brasil y es parte de los argumentos por los que finalmente fue rechazado el Hábeas Corpus presentado por los dos misioneros detenidos con droga en ese país. Ante el revés judicial, ambos continuarán tras las rejas hasta la llegada del juicio oral y público.Así lo pudo saber PRIMERA?EDICIÓN en base a sus fuentes en el país vecino, quienes confirmaron la denegatoria a la ‘interrupción’ de la prisión preventiva decretada sobre los dos jóvenes de 22 años. Para decirlo en otras palabras, los abogados de los taxistas oriundos de Puerto Iguazú habían asegurado que no existían riesgos para que aguardaran en libertad por la denominada audiencia de juzgamiento, perspectiva que la Justicia finalmente no compartió.“Los elementos que componen el auto de prisión flagrante indican que la marihuana estaba acondicionada en ladrillos y depositada en el interior del vehículo. Sin prejuicio de eventual y futura demostración en sentido contrario, es inviable considerar, en el actual contexto, que los detenidos desconocían la mercadería que estaban transportando, sobre todo cuando se tiene en cuenta la cantidad, el volumen, la forma de acondicionamiento y el olor característico de la marihuana”, argumentó el juez que resolvió al respecto.En el escrito, el magistrado reconoce que, “en el sistema jurídico brasilero, la libertad es la regla y la prisión es la excepción”. Sin embargo, concluye que en el caso de los misioneros “están a la vista indicios suficientes de materialidad”, por lo que asegura que “es necesario el resguardo del órden público”.“La posibilidad de que integren una organización criminal activa revela mayor riesgo a ese orden público y la necesidad de hacer cesar esa actividad. Ante este tipo de hechos, la prisión preventiva es medida necesaria para frenar la actividad ilícita, ante la reiteración de la conducta delictiva y de la insuficiencia de otras medidas cautelares para obstruir tales prácticas”, concluye el funcionario judicial.Esa fue, en síntesis, la respuesta al pedido de la defensa de los misioneros, que había planteado la libertad provisoria ante la “inexistencia de motivos para el mantenimiento de la prisión preventiva, ya que los presos son jóvenes y no poseen antecedentes criminales en Brasil, Argentina o Uruguay”, en virtud de que “tienen domicilio cierto en la Argentina”, pero además en razón de que, para los abogados, “los motivos no son suficientes para torcer la presunción de inocencia que la ley les atribuye”.Ante esta situación, los dos jóvenes permanecen tras las rejas en la cárcel de Santa Vitória do Palmar, a 20 kilómetros de Chuí, localidad con frontera seca entre Uruguay y Brasil, donde fueron arrestados. Así las cosas, se aguarda ahora porque la Justicia brasilera fije fecha para la denominada “audiencia de instrucción y juzgamiento”, donde luego de escuchar los alegatos de las partes, el juez del caso finalmente dictará sentencia.Como PRIMERA?EDICIÓN?informó en exclusiva, los dos misioneros fueron apresados cerca de las 18 del domingo 8 de enero último sobre la ruta nacional BR-471, al mando de un Citroën C-4 con matrícula argentina en el que efectivos de la Aduana brasilera y de la Policía Federal descubrieron 114 “ladrillos” de marihuana, algo así como 100,8 kilogramos de esa droga.Desde ese momento permanecen tras las rejas. Ante las autoridades del caso, aseguraron que sólo se limitaban a conducir el automóvil para un hombre que les había pagado por llevar y entregar el mismo a otro sujeto en la frontera uruguayo-brasileña. Al menos hasta ahora, la Justicia del país vecino considera que sabían lo que hacían.
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