En la actualidad somos testigos de muchos varones golpeadores, que maltratan a sus parejas tanto física como verbalmente. La mayoría de la gente no puede evitar preguntarse por qué. Una de las claves para este tipo de comportamiento tóxico podemos hallarla en el hecho de que esos hombres no tuvieron una imagen de autoridad sana en su niñez. Es decir, un padre que les transmitiera la fuerza amorosa. Aquí debemos dejar en claro el significado de autoridad. Esta, como muchos creen, no es sinónimo de sometimiento. “Vos vas a hacer lo que yo digo y se terminó”, suele decir el que somete, creyendo que es la autoridad. Eso es, en realidad, abuso de autoridad.Tal vez una de las necesidades más fuertes de un niño es la de tener la protección de papá (o quien ocupe ese rol). Un padre que sabe tener verdadera autoridad sobre sus hijos está construyendo un futuro valioso para ellos y, sobre todo, la plataforma para que se conviertan en adultos con una estima saludable.¿Qué dos tareas fundamentales debería desarrollar todo padre en la vida de sus hijos? En primer lugar, darles el permiso para irse y para volver. Un hijo precisa el permiso del padre para independizarse y valerse por sí mismo. De esta manera, es capaz de construir hacia adelante. Lo que hace la autoridad del padre es precisamente brindarle la posibilidad de volar, con lo cual es motivado a avanzar en sus propias fuerzas.La tarea maravillosa que tenemos los padres con nuestros hijos es habilitarlos para un mañana de éxito. Aquellos que eligen retenerlos o maltratarlos no se dan cuenta de que les están impidiendo ser seres humanos plenos. Nuestros hijos deberían sentir que confiamos en ellos y que les hemos sembrado una semilla positiva que, en su momento, dará fruto.Hay mucha gente que tiene miedo de crecer. Por lo general, se trata de aquellos que se han quedado cuidando a mamá o a papá y han resignado el formar su propia familia. Es posible hacer ambas cosas pero, en estos casos, se le ha impuesto la tarea al hijo o a la hija, casi como una obligación, ante la falta de un papá que valide y dé permiso de irse y de volver, lo cual brinda seguridad interna y una identidad propia. En segundo lugar, permitirles aprender de la experiencia. No hay mejor maestro que la experiencia. Hay hijos que viven reclamándoles a los padres. Se trata de una actitud adolescente, típica de alguien a quien le falta crecer. Los hijos, cuando se van de casa para vivir solos, o formar su propia familia, aprenden a través de la experiencia. Es entonces cuando ya no demandan, porque dejaron de enfocarse en el “tener” para empezar a “ser”. Un buen padre debe permitir que aprendan de esta forma, aunque a veces resulte doloroso (por las equivocaciones que todos cometemos). La experiencia nos ayuda a alcanzar madurez y fortaleza de carácter.Papá, dejales a tus hijos la mejor herencia, que no es material: amor incondicional. ¿Cómo? Transmitiéndoles un buen futuro y dejando que aprendan por medio de la experiencia. Ellos te lo agradecerán.* Si tenés alguna inquietud, podés escribirme a [email protected] StamateasLicenciado en Psicología, Sexólogo Clínico, Escritor y Conferencista Internacional.
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