La costa atlántica de Buenos Aires se convierte en polo de atracción durante cada verano porque sabe conjugar el atractivo de sus variados paisajes con el continuo y planificado desarrollo de las ciudades balnearias que la conforman. Amplias playas vírgenes, imponentes médanos y bosques perennes se extienden por kilómetros, recorriendo pequeñas y exclusivas localidades, ideales para el descanso y el relax.Los balnearios se suceden uno tras otro, cada cual con su particular perfil. Pinamar es una de las preferidas por los jóvenes a la hora de planificar sus vacaciones, mientras que para disfrutar de paz y tranquilidad las elegidas son Cariló y Ostende. Todas ofrecen amaneceres y puestas de sol inolvidables en sus costas, junto a las aguas más templadas de toda la costa atlántica.PinamarA 340 kilómetros de Buenos Aires, es una de las ciudades balnearias con más movimiento. Cuenta con hoteles, apart hotels, resorts & spa, hosterías, cabañas, bungalows, y un número similar de restaurantes, que cada temporada reciben a miles de turistas atraídos por las playas y pinares, y también por mega desfiles, deportes exclusivos, obras de teatro, paseos de compras, exposiciones, galerías de arte, museos, conciertos, festivales, recitales, shows y una agitada vida nocturna.OstendeAl sur de Pinamar, Ostende fue el tercer emprendimiento en la costa bonaerense, después de Mar del Plata y Mar del Sur. Su origen se remonta a la inauguración del viejo Hotel Ostende, en 1913, que después de casi un siglo sigue funcionando.Con pocos edificios altos, Ostende es un balneario urbanizado, y sus construcciones abarcan diferentes estilos y un patrimonio histórico importante, que en algunos casos da cuenta de los orígenes y de sus fundadores, los empresarios belgas Robette y Poli, que compraron parte de la estancia al pionero Héctor Manuel Guerrero.CarilóPlayas, bosques y médanos conforman la geografía natural de uno de los parajes más exclusivos de la costa atlántica argentina. La villa cuenta con tres kilómetros de costa custodiada por enormes médanos y bosques de coníferas, donde se distribuyen sus únicos cuatro balnearios.
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