Señora Directora: Cada día amanece más tarde, el sol remolonea y así se vuelve cómplice…Nuestra selva se prepara para un otoño más, lamentablemente Guacurarí no lo verá…Los cazadores furtivos, cegados por la avaricia, ni siquiera le dieron posibilidad de defenderse. ¡Lo asesinaron!Nuestra provincia tiene un Ministerio de Ecología ¿para qué? Vemos que desperdician fuerza en luchas de poder con los guardaparques que piden condiciones dignas de trabajo, elementos de protección contra los cazadores furtivos y trato digno.No tengo banderías en ese conflicto, pero veo que mientras unos protestan para mejorar sus condiciones de trabajo, la selva está a expensas de esos desalmados que no respetan leyes y menos les interesa, por un instante, el equilibrio ecológico y las especies en peligro de extinción.La Ley Provincial 1.279 del 7 de julio de 1988, declaró al yaguareté monumento natural provincial de interés público, pero es letra muerta si no defendemos nuestras reservas y parques.¡Aprovechen! Visiten la reserva El Puma en Candelaria para ver cómo eran esos hermosos felinos de piel floreada, de diseños únicos. Si, únicos porque cada individuo, según tengo entendido, tiene un solo diseño y distribución de manchas.¡Vayan pronto! Se muere. Porque el espacio que dispone es pequeño y él es un gran caminador, como sus antepasados que recorrían kilómetros en busca de presas. Ahora está confinado a una celda… y no entiende, se entristece y se muere… lentamente… ante los brazos cruzados de nuestras “autoridades” de Ecología cuya responsabilidad es la protección de toda nuestra fauna y flora para la posteridad.¡Ah! No se olviden, cacen al puma de Cataratas, ¡pero no lo maten! Alertan por el cambio de actitud del animal y se olvidan que son felinos solitarios acostumbrados sólo a los ruidos del monte y no de miles de turistas que creen que todo es espectáculo y en otro escenario, como Mar del Plata, no les importó causar la muerte de un bebé delfín por una buena selfie.Creo que el pobre felino se ve invadido por tantas personas extrañas y que no respetan su forma de vida. Cácenlo para cuidarlo y no para matarlo, también puede ser el último…Resuelvan los conflictos humanos, cuiden nuestras selvas, ya es muy poco lo que tenemos de ella. Por favor, ¡no innovar! Que se respete la vida y costumbres de nuestros monumentos naturales.Guacurarí, el joven yaguareté cazado por inescrupulosos, ya no lo verá…
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