Desde que se socializó el reclamo yerbatero a nivel nacional, y en Misiones se profundizaron las protestas con cortes de ruta en distintos puntos de la provincia, dirigentes del sector, políticos, funcionarios, entre otros, vienen poniendo énfasis en la necesidad de “controlar más” la situación de los tareferos, los pagos a los productores yerbateros y las transacciones que se realizan con secaderos y la industria.En Misiones son varios los organismos nacionales y provinciales que deberían actuar en forma mancomunada, intercambiando datos, para lograr las inspecciones que permiten cumplir con el pedido de mayor fiscalización.Por ejemplo: en la provincia esta la Dirección General de Rentas (DGR), el Ministerio de Trabajo y el Ministerio del Agro y la Producción. Rentas parece estar más ocupada en complicar al comercio en los ingresos a Misiones y a la espera de una decisión política que la acerque a oficinas nacionales para buscar una tarea conjunta. De hecho, el propio Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym) le pidió formalmente su “colaboración”.En el caso de Trabajo, desde hace tiempo, se recuerda que el organismo no cuenta con la cantidad suficiente de inspectores para controlar in situ la relación laboral de las diferentes actividades económicas que tiene la provincia.Y el Ministerio del Agro, a pesar de tener una Dirección General de Yerba Mate y Té, no parece tener algo para aportar a la cuestión central que se discute.Oficinas nacionales en Misiones: el propio Inym, que rige la actividad yerbatera, con un área específica de control para lo cual la industria paga una estampilla (Tasa de Fiscalización), visible en los paquetes del producto que se comercializan.Además está el Ministerio de Trabajo de la Nación con una oficina local. Y la Afip a la que piden que conforme un grupo de trabajo destinado a la vigilancia de las transacciones comercial en el sector yerbatero.Como se puede observar, si cada oficina pusiera una parte de los recursos humanos necesarios y la decisión política de cumplir con el objetivo sea quien sea el que se fiscalice, muchos de los problemas del sector yerbatero podrían terminar, siempre que el control perdure en el tiempo y no solo por una zafra.Lamentablemente, sin más recursos humanos no se puede profundizar la fiscalización. Y según coinciden los que conocen del tema, sin fiscalización no habrá mejor futuro para los yerbateros.
Discussion about this post