“Darío no es astronauta pero le gustaría serlo, ya que cree que gran parte de lo que aprendió se concentra en esta ‘profesión’ debido a que pasó años estudiando leyes físicas, comportamientos atómicos y ecuaciones matemáticas.“Ese día salió temprano de casa y en una obra en construcción de su barrio, encontró frente a él una escalera apoyada en la pared y evitó pasar por debajo, fue de paso a la lotería porque tenía que tirarle unos pesitos al 48, ‘el muerto que parla’.“Abrió su maletín y vio en su diario la invitación para él y su esposa del rabino de la sinagoga a la cuál asistían, para un ‘Bar Mitzvá’ por la mayoría de edad del hijo de su amigo. Pensó ¡Qué raro, ciencia que provee razón, magia y religión, todo en un mismo día!”. Cuento J.L. BazánSi creemos que siempre pensamos de la misma manera, ¡Nos equivocamos! En nuestra prehistoria éramos muy primitivos y pensábamos como tales, a medida que nos despertábamos de nuestra animalidad empezamos a entender nuestra impotencia frente a ciertos hechos o fenómenos inexplicables de la naturaleza, teníamos básicamente un “pensamiento arcaico o primitivo”.Los truenos, las tormentas, los rayos, los terremotos, los cambios climáticos no los entendíamos en la prehistoria, eran incomprensibles, produciendo en nuestra mente la noción de fuerza e influencia externa, que no podían ser dominadas por el hombre antiguo y para explicarlas debía creer en la existencia de “poderes” por encima de él. Por ejemplo entendía que él podía matar un animal para comer y no entendía por qué había luces en el cielo que luego explotaban tronando.A estos fenómenos poderosos el hombre primitivo les temía y creó la idea de la existencia de “seres poderosos o dioses” que lo gobernaban todo, producían un cierto orden y manejaban su vida. De esta forma enfrentaba lo desconocido.Las tormentas, los terremotos y todos los fenómenos naturales los atribuía a la acción y presencia de esos poderosos, generándose así la idea de dioses supra-humanos o por encima de él.Este pensamiento primitivo es también un “pensamiento mágico” formado de fantasías, invenciones, fantasmas y monstruos, donde el hombre antiguo explica los sucesos que no entiende pero lo dominan, aplicando una comprensión pobre y mucha irrealidad, solo para dominar su miedo.El ser primitivo va a tratar de comunicarse con esos seres poderosos para tratar de entender qué es lo que quieren y qué no, nombrando un representante de su tribu al cual llama brujo, chamán o hechicero para que “haga las negociaciones” con estos poderosos, este intermediario va a tener que interpretar el deseo de los dioses, entender cómo manejar sus poderes mediante ritos o ceremonias sagradas y por sobre toda las cosas “no hacerlos enojar” para evitar dolor sufrimiento y miedo.Cuando a todas las ideas surgidas de este pensamiento mágico se les da una forma y estructura dentro de la sociedad, ordenándolas y jerarquizándolas, se transforman en el “pensamiento religioso” depositando esa intermediación en los oráculos, ministros, pastores, sacerdotes, imanes, cuyos rituales se realizan en templos o iglesias.Los dioses ya no son cualquiera, sino que hay determinados dioses o un solo Dios, se establece una base doctrinaria con cierta explicación racional para apoyar lo religioso, que permite una sucesión y continuidad a lo largo de los años, por ejemplo muere un Papa y se elige otro.Poco a poco la continuidad de lo “religioso” va aumentando y concentrando poder en sí mismo y en sus instituciones, influyendo decisivamente en la formación de las llamadas “civilizaciones”, ayudando a aglutinar y mantener una cierta coherencia entre los miembros de un mismo grupo.Históricamente y porque no existen otras pruebas, surge el “pensamiento racional” en Grecia con Thales de Mileto ( 624 y el 546 a.C.) que buscó afanosamente el principio o esencia de todas las cosas, prescindiendo de toda fundamentación religiosa o mística, solo a través de la reflexión lógica y el razonamiento. Thales dice “lo busco con un instrumento, mi pensamiento, mi razonamiento. No voy más allá de mí mismo. No voy a buscar en los dioses la explicación, la busco yo. El poder del conocimiento está en mí. La realidad está ordenada, responde a leyes que voy a descubrir; simplemente tengo que observar, razonar y saber cuáles son estas leyes que gobiernan la realidad”.Si bien se considera que Thales inició el pensamiento racional, debemos tener en cuenta los esfuerzos intelectuales de todos los pueblos y civilizaciones antiguas, que han preparado el edificio sólido en que se apoyaron estas nuevas ideas, como la china, árabe, india, asiria, babilonia, egipcia; que también hicieron lo suyo en la búsqueda de la razón.A partir de Thales de Mileto se van a suceder nuevos pensadores que paulatinamente van a ir rompiendo con el pensamiento mágico o místico y religioso; se sacan los dioses de la cabeza y se preguntan ¿Cuál es el origen de todas las cosas?, será el agua, el aire, el fuego, la tierra, etc, dando comienzo al pensamiento racional.El hombre descubre que posee un instrumento para conocer la esencia de las cosas y los hechos y es su propio “razonamiento” con el que podrá encontrar las causas de la realidad y de sí mismo. Antes se llegaba al conocimiento por medio de sus iniciados a los cuáles llamaba sacerdotes, brujos, etc., ahora cualquier hombre puede llegar al conocimiento usando su propio razonamiento y hasta puede hacerlo universal.Aparecen entonces Sócrates, Platón, Aristóteles, Parménides, Heráclito, Pitágoras, Alcmeón de Crotona, derivando en la Ciencia y los científicos actuales. Hoy en día, en nuestra sociedad coexisten todos estos tipos de pensamientos, por ejemplo si un familiar cercano se enferma gravemente, les pedimos a los diferentes intermediarios para que intercedan y actúen para curarlo, por eso llamamos a un médico (pensamiento racional) para que aplique toda su ciencia, pero también lo podemos hacer ver con un curandero (pensamiento mágico) para que aplique su magia, y también estará la opción de rezar por él y hacerlo santificar por un sacerdote, o pastor o imán (pensamiento religioso). Convivimos en un mundo donde utilizamos e intercambiamos varias formas de pensar. “Todavía no la tenemos clara”.por Bazán J. L. – MédicoDeseo tu opinió[email protected]
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