Es posible que no tengamos talento para construir un puente, para escribir poesías o descubrir una estrella, pero si queremos vivir creativamente para nuestro concepto de lo que significa estar vivos debemos trabajar y seguir trabajando incansablemente.La creación no es tanto una aptitud como una actitud espiritual y, por consiguiente, se puede aplicar a cualquier cosa: desde la preparación de un pastel de limón a la construcción de un cohete interplanetario.Aquellas personas a las que designamos como talentosas saben esto por instinto aunque es probable que ni se den cuenta de ello. Los demás tenemos que aprender: Aunque se ignora el proceso exacto, quizás la mayoría de las veces el impulso creador nace de la observación de cosas más grandes que nosotros. La maravilla de la salida de sol, el majestuoso y lento rodar de la tierra; el jubiloso asombro aletea dentro de uno al dar cuenta de que después de todo ha podido realizar la tarea que parecía tan complicada. La sensación de infinito que experimenta cuando paisajes enteros se reflejan en un charco no más profundo que un plato, estos son los albores de la creación. Tras ellos viene la reflexión, la conciencia de las conciencias, el advertir nuestro propio pensamiento.Muchas personas repiten que carecen de idea. La verdad es que recibimos un bombardeo de buenas ideas a diario: de los viajes, de la lectura, televisión.A otras personas les brotan ideas como hongos, pero por impacientes las dejan pasar. Más allá de hacer algo, está la dura tarea de la disciplina, palabra que a nadie le preocupa mucho hoy en día.Dar la vida significa escoger el ideal entre muchas posibilidades y luego trabajar con paciencia, significa cobrar amor a lo que hacemos, no sólo a lo fácil, sino también cuando requiere el esfuerzo incesante de cada día, aferrarse de cuerpo y alma al propósito a pesar tormentas, desastres, hasta por fin el logro. Así se obtienen nombres y satisfacciones que nadie podrá quitar. La verdad grande y reveladora, es que crear es describir. Acaso solo se trate de descubrimiento de nosotros mismos; de nuestra manera de reaccionar ante la vida. Reconocer y aceptar esta verdad es dar el primer paso para desarrollar nuestra facultad creadora.HaikuEl héroe del sumoSe nace suavemente en un océanoDe admiradores.ColaboraAurora Bitó[email protected]
Discussion about this post