Los seres humanos nos hemos congregado en círculos desde los orígenes de nuestros procesos de socialización, ya fuera para calentarnos alrededor del fuego, para compartir alimentos, con el fin de abordar situaciones apremiantes, o para celebrar logros. Lo cierto es que los círculos constituyen espacios privilegiados para la comunicación, por propiciar una comunicación directa, inmediata, eficaz, igualitaria y sobre todo muy humana”, con esta introducción de Calzada y Vargas arranca la formación para facilitadores de círculos que estoy realizando.Comencé mi exploración del trabajo en círculos a partir de una formación con Adalberto Barreto, después el camino me llevó a trabajarlos en un hogar/refugio para mujeres de las que aprendí muchísimo y con las que descubrí fuertes lazos.Estas metodologías, nutren su práctica y sus principios en conceptos y técnicas de comunicación, solución de conflictos y toma de decisiones.A diferencia de la mediación o negociación que se aplican en conflictos individuales, la metodología de los círculos se utiliza en ámbitos institucionales y grupales, tales como escolares, comunitarios y corporativos, en los que se usan para reparar vínculos, dialogar sobre temas específicos, planificar y celebrar logros y actividades.Los círculos poseen algunas características esenciales: todas las personas en el círculo son iguales y tienen igual oportunidad para hablar; las decisiones se toman por la vía del consenso; todas las personas acuerdan cumplir las pautas establecidas por el grupo.Más allá de la riquísima experiencia que constituyen los círculos, quiero compartir la riqueza de los círculos de mujeres.En ellos he descubierto mujeres maravillosas que se alientan y apoyan unas a otras, que sanan y comparten su sabiduría. Como muestra Bolen, mujeres que enseñan a confiar en los propios instintos, a no implorar sino más bien meditar para lograr la conexión con la propia fuerza interior, que eligen el camino desde el corazón, que defienden con fiereza lo que les importa, que dicen la verdad con compasión, que escuchan a su cuerpo, se reinventan a sí mismas en función de sus necesidades y saborean la parte positiva de sus vidas.Lo maravilloso es, que cada mujer posee todas esas capacidades, puedo asegurarlo, sólo tiene que encontrar este espacio sereno y seguro que le permita ir hacia dentro y contactarlas.Mi regalo para ustedes en el Día de la Mujer es alentarlas a encontrar su círculo de mujeres para conectar con su Diosa y desde allí cambiar el mundo con amor.ColaboraValeria [email protected] 3764510132
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