En ese entonces, y en una nota concedida a PRIMERA EDICIÓN, el director del Centro Regional Misiones del Inta, Octavio Ingaramo, fue taxativo al señalar que si esta enfermedad se transforma en epidemia, “básicamente va a causar la desaparición de la producción citrícola”, en la provincia.El ingeniero señaló también que esa situación extrema no está sucediendo debido al esfuerzo mancomunado del Ministerio del Agro, el Inta, el Senasa, la Cooperativa de Alem, etc, “instituciones que han hecho esfuerzos importantes para que esto no avance a la velocidad que uno sabe que puede hacerlo”.La advertencia cobra actualidad hoy luego de que la Dirección Provincial de Control Productivo y Comercial de la provincia de Jujuy informara que, en el marco de un control de rutina enfocado en la prevención de la enfermedad HLB, “unas 9 toneladas de limones y naranjas transportados rumbo a la provincia de Salta provenientes del NEA fueron decomisados -y luego destruidas- por no cumplimentar con la reglamentación sanitaria correspondiente”. El decomiso tuvo lugar en el Puesto Fitosanitario de Río Piedras de Yuto, al noreste de la provincia, en el límite con Salta, al detectarse camiones con cítricos provenientes de la provincia “que no habían pasado por un empaque y tenían restos vegetales” y a los que les faltaba la autorización del Senasa. El caso abre interrogantes sobre la eficacia de los controles y acciones de prevención que se anunciaron oportunamente, y justifica que se informe por qué se permitió la salida de un cargamento que no cumplía con la normativa sanitaria vigente. Está en juego la credibilidad de la estrategia de control frente a esta enfermedad que puede determinar nada menos que la desaparición de todo un sector productivo provincial.
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