Ya estamos transitando las últimas semanas de nuestras vacaciones de verano y pronto estaremos dando inicio a un nuevo ciclo lectivo que moviliza y compromete a la sociedad en su totalidad. Todo esto implica que nos preparemos para empezar esta nueva etapa del año, con fuerzas renovadas y con una actitud positiva. En estos tiempos en que se habla de las paritarias, de la inflación, del aumento de los precios, el incremento del costo de los servicios, etc. nos solemos predisponer para creer que estamos iniciando un verdadero combate contra tantas adversidades que nos esperan. Ante tantas noticias desalentadoras y que nos preocupan, no resulta fácil mirar la vida con optimismo y esperanza.En el fondo, desde pequeños fuimos formados para mirar la vida desde una actitud negativa. Nos hemos acostumbrado a pensar en términos de problemas y dificultades de la vida. Todo ello nos impide ver tantas bendiciones que Dios nos ha regalado: los dones y talentos, nuestros recursos, nuestras fortalezas, nuestras oportunidades y tantos logros que fuimos alcanzando durante la vida…Aunque sabemos que no podemos dejar de percibir los problemas de la vida, pero al iniciar el año tenemos una nueva oportunidad de contemplar la vida valorando nuestras bendiciones y fortalezas. Es una oportunidad para seguir construyendo la vida, gozándonos de tantas bendiciones que Dios tiene prevista para cada uno de nosotros.Para un buen inicio de este nuevo ciclo lectivo es necesario que pongamos una gran cuota de optimismo y esperanza que seguramente despertará importantes cambios en nuestra vida. Obviamente que dependerá del esfuerzo que cada uno de nosotros se predisponga a realizar. Cuando enfrentamos la vida con esta mirada positiva, los problemas serán sencillamente etapas para ir superando en nuestro camino de crecimiento y desarrollo. Y nos recuerda el papa Francisco, como cristianos es necesario que mantengamos viva la esperanza en la persona de Cristo, quien ha vencido todo sufrimiento, toda adversidad y la cruz. “Jesús, la esperanza, hace todo nuevo. Es un milagro constante… El milagro de hacer todo nuevo: lo que hace en mi vida, en tu vida, en nuestra vida. Hacer nuevo. Y esto que hace nuevo Él es precisamente el motivo de nuestra esperanza. Es Cristo el que hace nuevas todas las cosas más maravillosamente que en la Creación, es el motivo de nuestra esperanza. Y esta esperanza no defrauda, porque Él es fiel. No puede negarse a sí mismo. Esta es la virtud de la esperanza”.Al acercarnos a esta nueva etapa de nuestro año lectivo, mantengamos viva la esperanza, el optimismo, porque es parte de la fe y la confianza en Dios, que hará todo nuevo en cada uno de nosotros. Dios hará grandes maravillas con nuestros dones y talentos, aun con nuestras debilidades, siempre y cuando nos dispongamos a aceptar su voluntad.Los animo a que seamos signo de esperanza y confianza en la Divina providencia, en estos tiempos que nos convoca a unirnos como comunidad y como Iglesia para seguir fortaleciendo a nuestra nación y nuestra sociedad con el aporte positivo de cada uno de nosotros. Que sepamos enfrentar las cruces de cada día, con la mirada puesta en la gloria de Dios, que siempre nos acompaña. Que juntos construyamos un nuevo año lleno de bendiciones y oportunidades para todos.
Discussion about this post