La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda limitar el consumo de azúcar a menos de un 10% de la ingesta calórica diaria, tomando como referencia una dieta saludable que suponga unas 2.000 calorías diarias. A primera vista parece una recomendación razonable y no demasiado difícil de seguir, pero si uno presta atención a lo que come, empieza a sonar la alarma: parece que el azúcar está en todas partes, y más de lo que parece. No sólo se trata de el azúcar blanco con que se endulza el café, o de productos evidentemente dulces como galletas, bollería, cereales, caramelos, mermeladas o snacks… hay productos como las galletitas saladas, el jamón york o el ketchup que contienen también azúcar aunque no lo parezca. Los zumos de frutas envasados suelen estar muy azucarados también. Todo esto provoca situaciones tan preocupantes como cotidianas: si un niño desayuna leche con cacao, un pequeño zumo de frutas envasado y galletas o cereales probablemente ya esté superando la cantidad diaria recomendada por la OMS, que se marca concretamente en unos 25 gramos. Otro problema es que el azúcar genera adicción. Algunas instancias sanitarias ya lo están empezando a comparar con otras drogas por el grado de dependencia que genera, porque es capaz de levantar nuestro estado de ánimo (ya que estimula la segregación de serotonina, la llamada hormona de la felicidad) y porque su consumo excesivo supone una importante amenaza para el organismo.Más dañina aun que la salGeneralmente los médicos recomiendan disminuir el consumo de sal debido a que el exceso podría provocar hipertensión, un factor de riesgo para las enfermedades del corazón. Sin embargo, un análisis sobre el tema encontró que el abuso de azúcar podría ser todavía más dañino que el de sal.El reporte publicado en la revista Open Hart, indica que comer más de 74 gramos (unas 14 cucharaditas) de azúcar al día aumenta las posibilidades de sufrir presión arterial alta.“Casi toda la sal de la dieta proviene de comidas procesadas, que también son una fueten rica en azúcar añadida”, menciona el documento.“Evidencia de ciencia básica, estudios de población y ensayos clínicos señalan que los azúcares –especialmente el monosacárido de fructuosa-juegan un rol determinante en el desarrollo de hipertensión”, explicó James Dinicolantonio, uno de los miembros del grupo investigador.Según el reporte, las personas cuya dieta tiene al menos un 25 por ciento de calorías provenientes del azúcar, tienen casi el triple de riesgo de morir de un evento cardiovascular que quienes tienen una dieta con menos de un 10 por ciento de calorías provenientes de azúcares.El informe añade que un consumo diario de más de 74 gramos de azúcar aumenta en un 30 por ciento la probabilidad de presión arterial por encima de los 140/180 mmHg.El problema no se limita al azúcar que se agrega al cocinar o en la mesa, pues también se debe considerar que prácticamente todo alimento contiene azúcar.“Así como sucede con la sal, en la que casi nada de lo que ingerimos proviene del salero; la mayor parte del azúcar que comemos no viene de la azucarera” aseveró Dinicolantonio.Por ejemplo, solo una gaseosa de 20 onzas (600 ml) tiene 65 gramos de azúcar, una barra de granola 23 gramos; una barra de canela, 55; una taza de cereal azucarado, 25 gramos.Para los especialistas, los riesgos del azúcar no tienen que ver solo con los males cardíacos.“Demasiado azúcar en una dieta puede contribuir a la formación de caries, obesidad, dificultad para controlar la diabetes tipo 2 y niveles más altos de triglicéridos”, manifestó Claudine Kavanaugh, otra de las investigadoras en un comunicado.Fuente: Medios Digitales
Discussion about this post