En medio del conflicto salarial del Gobierno con los docentes que hace peligrar el inicio de clases, como cada año se suman los problemas edilicios de algunas escuelas. Pero la situación es peor si se promete terminar una obra y ésta queda en el abandono y la desidia. Eso ocurre desde hace prácticamente tres años en la Escuela número 27, Bernardino Rivadavia de Concepción de la Sierra. Detrás de esa situación hay niños que padecen el frío, el calor y reciben clases bajo el tinglado del polideportivo municipal. Van hacia el tercer año de clases improvisadas en aulas separadas por lonas y directamente bajo chapas de zinc. Cintia Cardozo, una de las mamás que tiene a sus chicos en ese establecimiento, comentó en diálogo con PRIMERA EDICIÓN que hace dos años sucedió algo similar con el Neni que funciona en la misma escuela, y que en ese entonces hubo demoras en la inauguración porque estaban jugando con los tiempos electorales. “Hoy los chicos tienen clase bajo el tinglado del polideportivo municipal, que además es el único que tiene el municipio de Concepción de la Sierra por lo que la comunidad ya no puede hacer actividades en ese lugar”, indicó. Señaló que provocó deserción: “antes había unos 400 chicos en la institución y ahora se redujo a 260”.Debajo del tinglado las aulas están separadas por el material con el que se fabrican los banners publicitarios. En ese escenario, desde el 2015 los alumnos recibieron clases bajo las chapas que goteaban por los agujeros y por la condensación que provoca el frío. En verano el calor del zinc era el otro problema. Remarcó que de primero a séptimo “todos los grados están recibiendo clases en ese lugar. Es un lugar insalubre, no se escucha bien, los baños colapsan cuando llueve mucho y el lugar se inunda de olor fétido”, detalló. Cardozo relató que los directivos mandaron notas para pedir por las obras a las autoridades provinciales, pero los padres notaron que había una “actitud de no hacer mucho ruido por temor a la persecución política”. Fue ahí que los padres decidieron hacer frente al problema. “Vamos a poner la cara nosotros, porque está en juego que otro año más los chicos la vayan a pasar mal”, subrayó. Recordó que la escuela es muy antigua, ella fue alumna, su madre llegó a ser la directora del que es el establecimiento emblemático de Concepción de la Sierra. “Da bronca ver que no se mueven para terminar lo que empezaron. Lo que hicieron es como una cáscara porque faltan revoques, puertas, cielorrasos, etc”. La obra de refacción se inició en abril de 2015 y estaba pautado que finalizara en doce meses. La madre relató que se comunicó con funcionarios del gobierno para consultar por la paralización de las labores y le respondieron “que no había plata, que estaban enviando menos fondos de Nación”. Y ella se preguntó ¿cómo puede ser si los trabajos ya estaban presupuestados. Se gastó la plata, o se pagó y la contratista no terminó la obra? .Adelantó que el miércoles 1 de marzo se van a juntar frente al edificio y van a firmar un petitorio para presentar al director del Iprodha, Santiago Ros y a las autoridades que correspondan. Todo indica que por una cuestión de tiempo, en los próximos días otra vez los chicos van a tener que saludar a la bandera fuera de su escuela.
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