Por vocación, por historia familiar o porque es un “trabajo seguro”, muchos eligen pertenecer a las fuerzas de seguridad. Pero pareciera que, a veces, querer no es poder. Como el caso de dos jóvenes que aunque tendrían los méritos, cuatro veces intentaron entrar al Servicio Penitenciario Provincial (SPP) pero no pudieron. La madre y denunciante del caso, Eva Susana Briñócoli, comentó en diálogo con PRIMERA EDICIÓN que, apenas sus hijos (Facundo y Mariana Martínez) terminaron la secundaria, se inscribieron para rendir el ingreso en la escuela de oficiales del SPP.En la primera oportunidad los chicos fueron informados que salieron mal y les hicieron firmar un papel en el que ellos rubricaban esa decisión de la institución, sin detalles de los motivos.Al año siguiente, los jóvenes volvieron a intentar pero sucedió lo mismo y así se repitió la historia otras dos veces más. Según los denunciantes no habría tenido que ver con la incapacidad para aprobar el curso de ingreso para la carrera de oficiales.La señora comentó que se comunicó con la jefa de estudios del SPP para conocer cuál era “el problema” y según Briñócoli, les respondieron que “en la evaluación psicológica salieron bien. Tuvieron un problema mínimo en la materia, pero lo que principalmente evaluamos es lo psicológico, y si en ese aspecto el ingresante está bien, está apto para el servicio”, aseguró.Ante las reiteradas negativas, la madre y el padre (un retirado del Servicio Penitenciario), se acercaron a la oficina del organismo en chacra 32-33.No alcanzaron a ser atendidos por quien era el director anterior, pero una subalterna les dijo textualmente según la denunciantes: “Ustedes saben cómo es el sistema, si psicológicamente salen bien, están adentro”. Sin embargo la realidad demostró lo contrario.“Sé que hay muchos acomodos” aseguró Briñócoli y comentó que su hijo rindió la parte física con un conocido al que “le sacó varias vueltas. Pero ese chico entró y no el mío”, manifestó.Señaló que de las personas que están en actividad dentro del Servicio Penitenciario y que ellos conocen, “todos hicieron entrar a sus hijos”.Sin respuestas acudió a Casa de Gobierno, solicitando por escrito que se considere que sus hijos aprobaron los exámenes psicológicos y “sean tenidos en cuenta para la convocatoria al menos para que ingresen como suboficiales”. La madre hizo un llamado de atención a las actuales autoridades del SPP, a la alcaide general Nilda Correa y al inspector general Eduardo Galván, para que revean el sistema de ingreso, ya que a raíz de lo que ella denuncia, los jóvenes incurren en gastos de tiempo y recursos monetarios en vano.Briñócoli remarcó finalmente que, de no haber respuestas, evalúa hacer una denuncia al Ministerio de Derechos Humanos de la provincia. RequisitosConsultada sobre esta situación y en contacto con PRIMERA EDICIÓN, la alcaide Nilda Correa, titular del SPP, informó que “los exámenes son con profesores especialistas en la materia. Los aspirantes rinden aptitud física y pasan luego por la junta de admisión y análisis psicológicos. Todo es evaluado y se realiza un orden de mérito donde los primeros lugares, conforme a las vacantes, quedan en primer término para comenzar con los estudios médicos. También hay una serie de requisitos que, como en toda institución, deben reunir”, explicó.
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