En la presencia de un conflicto, y aún sin llegar a ello, quizás en una de esas conversaciones difíciles o ante una negociación respecto a algo que nos importa mucho, surgen las emociones.Hay diferentes maneras de reaccionar ante estas situaciones, algunas personas se enojan, otras se deprimen, hay quienes sienten miedo, otras se vuelven hostiles, hay quienes se ofenden, lo cierto es que nuestros egos se sienten amenazados fácilmente. Efectivamente, nuestras interpretaciones -que dan lugar a nuestras reacciones- suelen estar condicionadas por nuestras emociones y si tenemos en cuenta las emociones que surgen ante una situación conflictiva, tenemos que cuidar este aspecto ya que los malentendidos suelen reforzar los prejuicios generando acciones que intensifican el conflicto y propician su escalada.Como bien dice Enric Corbera “tu percepción es siempre una interpretación”, a diario pasa que no interpretamos lo que el otro dice en la forma que quiso hacerlo y no siempre los otros interpretan lo que decimos como quisimos expresar.De allí la importancia de aprender técnicas de negociación que nos permitan la exploración racional de soluciones posibles, que, de no aplicarse nos hacen perder el objetivo inicial que perseguíamos. Cuando el ego manda, es frecuente dejar de lado lo que queríamos en la negociación, para pasar a enfocarnos en confirmar impresiones negativas respecto a la otra parte, adjudicarnos victorias, repartir acusaciones e insistir en tener razón a cualquier costo, aún a costa de la relación con el otro. Cuando llegamos a esta instancia perdemos todos. Tener en cuenta nuestras emociones, conocernos para conocerlas y perseguir nuestra propia coherencia emocional es el inicio para lograr nuestros objetivos y cuidar las relaciones interpersonales.Observar, es un factor clave para ello. Observarnos a nosotros mismos, dónde estamos situados respecto a la situación que nos preocupa y cuidar la perspectiva, de manera tal que podamos ver con la mayor claridad posible para poder comprender. Contar con la información adecuada hace que comprender sea más fácil y no nos desviemos del objetivo. Que nuestras emociones determinen acciones de las cuales estemos orgullosos. Cuando comprendemos, nuestra mente y corazón se alinean y difícilmente nos equivoquemos.ColaboraValeria [email protected] 3764-510132
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