Formada en una tradicional familia de Posadas, destaca en sus modales el don de buena gente. En su casa todos leían, cualidad que ella destaca al recordar ese momento cuando tomó un libro de la biblioteca de casa y aunque no era bueno, sí le mostró que a pesar de su corta edad ya podía leer “libros de grandes”. Se crió acá, terminó la secundaria y viajó a Buenos Aires a seguir la Licenciatura en Administración de Empresas. Carmen Cáceres, escritora, traductora de literatura e ilustradora. Piensa y dice: “Estuve la misma cantidad de años viviendo en Posadas como afuera”, justo 17 años en cada caso. Hoy nos representa ya en “los madriles”, la capital de paso para viajeros de todo el mundo. “Ahora toca vivir en Madrid, es en este momento cuando hay más trabajo para los que vivimos de la literatura. Hay más movimiento editorial y es de lo que vivimos los que escribimos porque no se trata de escribir libros solamente porque de eso todavía no vivo, pero sí de realizar traducciones, escribir ensayos, dar charlas, cursos…”. Ella deja abierta la posibilidad de continuar o seguir el viaje que vayan haciendo las letras, ese mundo que eligió como profesión, como oficio porque “lo hacemos con las manos, con la mente, con los pensamientos”. Es que con su pareja -como lo llama- decidieron afincarse allá porque ambos son escritores, sus vidas giran en torno a la literatura y allá las posibilidades son buenas para dar rienda suelta a esa maravillosa vida. Esta joven posadeña un día dejó su nido para hoy sentir el placer de ver publicada su primera obra, “Una Verdad Improvisada”, que a decir de la escritora española Sara Mesa, su prosa “se aferra a cosas concretas, visibles o tangibles, y su tendencia a la evocación es, además, fuertemente simbólica”. En ella narra la historia de dos jóvenes, Clara y Bruno, que deciden ir a vivir juntos. Desafiando cánonesCarmen estudió, fue alumna ejemplar, obtuvo su título y buenas calificaciones. Trabajó en una empresa internacional, y como eso no le convencía decidió presentarse a una convocatoria de una petrolera. Un año le llevó sortear todos los requisitos hasta lograr su meta: ingresar. Así y todo su alma inquieta la llevaba por el camino de su verdadera pasión, casi sin darse cuenta se metía cada vez más en las lecturas, los libros la atrapaban y también esas letras que armaban las historias. Su carrera como profesional en la rama de la economía le permitió solventar los cursos que la sacaban de allí, cursos de escritura, cortos y más largos. Mientras, en su casa, su familia ignoraba esa “otra” vida que la apasionaba, pues ella seguía siendo una profesional de una reconocida petrolera internacional.Un buen día, la posadeña linda, ya formada y con viajes a las capitales de las letras de Latinoamérica, dijo: “Familia, dejo la carrera de económicas para vivir de la literatura”. Cuando Carmen nacía yo terminaba la escuela secundaria, fue ahí cuando 17 años más tarde llegaba a la vida esta una nueva generación de mujeres. Desafiantes, decididas, seguras de sí mismas, sensibles y a la vez más realistas, más conectadas con su fuerza interior que las ayuda a sacar afuera sin caretas, esa gran faceta de poder desde el Ser una misma. Ella, inspirada quizás en los libros que recomienda: leer, para volverte una persona crítica y cuestionadora, sin límites ni techos, preceptos ni normas que seguir, solo las que dicta tu corazón, decide dejar un “sueldazo” para lanzarse a la carrera que hoy la destaca y enorgullece no solo a familiares y amigos, sino que nos hace trascender como misioneros. Es ella misma quien confiesa que, “la literatura era un mundo que no tenía nada que ver con mi formación…, pero después de hacer carreras cortas gané una beca de escritura que me llevó a México, tomé contacto con la red literaria y formé parte de la coordinación de Filba, la Fundación que organiza organiza los festivales de literatura a nivel Internacional”. Y ya no volvió a las cuentas y se volcó a los cuentos. Pero como si todo fuera poco, el arte sigue saliendo a la luz desde sus manos y su creatividad a través de la ilustración, de collages que dan “un nuevo sentido, que cuentan una historia diferente a partir de una imagen”. Destino más que prometedor, un placer conocerla. PorRosanna [email protected]
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