En esa tesitura, el Instituto que conduce Alberto Re, solicitó al Ministerio de Agroindustria de la Nación que impulse, en la Comisión Nacional de Alimentos, el cambio de método de análisis del contenido de palo en paquetes de yerba mate elaborada; apuntando a que un menor porcentaje de palo dispare una mayor demanda del producto.La gestión es un gesto hacia los productores primarios, que solicitaron esa medida en más de una ocasión, ya que es sabido que la elevación de la cantidad de palo sirve para bajar los costos en el sector industrial y perjudica al productor de hoja verde, que ve cómo se reducen aún más los ya magros ingresos que recibe cada cosecha.Para bajar la cantidad que hoy se incorpora al paquete de yerba mate, el Inym propone la modificación de la normativa contenida en el Artículo 1.194 del Código Alimentario Argentino (Ley 18.284), “estableciendo que la cantidad de palo existente en la muestra sometida a análisis sea determinada mediante el Método de Fibra Cruda o Determinación de Contenido de Fibra Bruta”.Esta medida aislada, obviamente, menos en un contexto de sobreoferta, no resolverá per se la crisis actual, ni las distorsiones estructurales que arrastra la cadena de valor, pero al ser un viejo reclamo del sector primario, nunca asumido por el Inym ni los gobiernos de la zona productora con la energía necesaria, la iniciativa aporta a la búsqueda de soluciones. Aunque no se consiga un alivio inmediato a la situación del productor y el tarefero, una respuesta positiva al pedido, también girado a los gobiernos de Misiones y Corrientes; sería un aporte a la calidad del producto y a la generación de consenso que reclama la economía yerbatera.
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