(Nota completa publicada el 14 de febrero de 2007)La vida de Raúl Cuba, de 42 años, no fue nada fácil desde muy joven. Pese a los innumerables problemas de salud durante más de 20 años, que lo llevaron a ser sometido a dos trasplantes de riñón, siguió adelante y decidió formar una familia junto a Ramona Da Silva de 39 años.Ambos contraerán matrimonio hoy, primero por Civil y por la noche la ceremonia será en el templo del Testigo de Jehová de esta ciudad.La pareja insistió en aclarar que casarse el día de los enamorados es sólo una casualidad, porque no tienen en cuenta ese tipo de fechas. El día se definió cuando solicitaron turno y en el templo les dijeron que sólo tenían disponible el miércoles 14, entonces como ya tenían programado un viaje para el 17 lo aceptaron. Luego realizaron los trámites ante el Registro Civil para el mismo día. Cuba y Da Silva estuvieron de novios por más de dos años, hasta que decidieron hacer realidad los deseos de formar una familia y tener hijos.Años en un sanatorioLos problemas de salud de Cuba habrían sido consecuencia de la picadura de una víbora que sufrió cuando tenía 12 años. Siete años después, en 1984, le diagnosticaron insuficiencia renal y los médicos le advirtieron que la única posibilidad de seguir una vida normal era a través de un trasplante. Primero se sometió a un tratamiento de diálisis e ingresó a la lista de espera para recibir un órgano. Como su estado empeoraba, los profesionales optaron por hacerle un estudio de compatibilidad su padre, Mario Cuba. Los resultados revelaron que el cuerpo de Raúl podría aceptar el riñón de su papá, entonces se avanzó en la intervención quirúrgica.Eso ocurrió el 24 de octubre de 1986, pero en febrero del año siguiente Raúl volvió a descomponerse.Por su estado de gravedad fue derivado a Capital Federal, donde siguió con las diálisis y bajo cuidados intensivos en el sanatorio Güemes.Los primeros días de 2000, regresó a Misiones y cada semana viajaba desde San Vicente hacia Posadas para hacerse la diálisis.A esa altura, Raúl ya estaba desesperanzado porque habían pasado trece años, creía que ya no conseguiría otro riñón. Hasta que un día lo llamó el doctor Marcelo Ferreira para comunicarle que había un donante. Cuando recibió la noticia, no estaba muy convencido de volver al quirófano, pero el médico insistió y lo convenció. La operación se concretó con éxito el 26 de febrero de 2000.AcompañadoDebido a la insuficiencia renal le surgieron otras complicaciones. Por la falta de calcio también tuvo problemas de tiroides y osteoporosis, lo que le provocó una pérdida de altura de 15 centímetros. Durante todos esos años nunca se sintió solo porque en todo momento sus hermanos, padres, amigos y parientes lo acompañaron. Cuando enfermó por primera vez, sus padres se encontraban en una muy buena posición económica y para pagar los tratamientos debieron vender un camión y una tienda.Tras el segundo trasplante, Cuba logró emprender una vida normal y accedió a una jubilación por invalidez.Actualmente practica actividades físicas como caminar, andar en bicicleta y nadar, además hace trabajos livianos. De ese modo, Raúl le dijo sí a la vida y peleó por vivirla a pleno con todas sus fuerzas pese a las adversidades de las enfermedades. Hoy concretará otro gran paso (tal vez el más grande de su vida) y el destino le sonreirá una vez más.
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