En toda familia hay una estrella de las fiestas y este municipio tiene una: Roque Antúnez, el gran animador de los carnavales, a quien vecinos y no tanto esperan con ansias ver salir al corsódromo y “disfrutar haciendo disfrutar”.“Empecé a los quince años, ahora tengo 31, es solo hacer la cuenta, hace ya un par de años que bailo”, confió a PRIMERA EDICIÓN el artista que dio sus primeros pasos en las fiestas carnestolendas en el Club Jardín, con el tiempo pasó por otras agrupaciones y desde hace cinco años desata toda su pasión por el club de sus amores, Timbó.Con algo de timidez, Roque contó que “a la gente le gusta lo que hago, la energía, como bailo, simplemente trato de brindar un buen show, que la gente se divierta conmigo y yo con la gente. Más que nada es una improvisación de lo que me da el público, lo que recibo de ellos trato de brindarles”.Y añadió que “dicen que soy al que más aplauden, trato de tener un perfil bajo, aunque mis trajes también llaman mucho la atención, aunque bailo todo tapado, son prendas muy trabajadas, es todo una impronta”.“Amo bailar, amo el carnaval, siempre digo que el día que no pueda bailar, al menos voy a ir sentado en la carroza saludando al público, solo con escuchar el tambor, el tamboril, mis pies se mueven solos, no lo puedo explicar, es lo mío, mi mundo, el lugar donde estoy feliz y ahora que estoy en mi club es doble la felicidad por representar mis colores, mi gente”, apuntó el joven que trata siempre de participar de la fiesta al Rey Momo en Jardín América, con la idea que crezca aún más cada año.Obviamente no es un improvisado, “estudié arte muchos años, tomé clases de jazz, clásico, contemporáneo, hip hop, ahora por cuestiones laborales, no me coinciden los horarios, estoy un poco alejado, pero siempre estoy metido en lo artístico, ayudando a las chicas con las coreografías, en las escuelas, con la estudiantina, siempre trato de estar en lo que es baile”, mencionó.Recompensas para el almaTodo este trabajo tiene sus frutos y se ve en seguidores, como una familia que todos los años llega desde Chaco para acampar en los Saltos del Tabay, en épocas de Carnaval, justamente, para no perderse la presentación de Roque, quien adelantó que 2017 lo encontrará como un arlequín.Es que busca que “la gente vea el personaje, no a mí” y confesó que uno con el que más se identificó fue con “el sombrerero, es mi traje favorito, el maquillaje, la peluca, todo el montaje, la gente me buscaba y no me reconocía”, sostuvo y contó que “aún hoy la gente me pide ese personaje para shows, para fiestas de quince”.Como en otras oportunidades, este año participará del Carnaval Provincial, en San Ignacio, pero no concursará, porque entiende que perdería su esencia. “Quiero divertirme, competir implica seguir un reglamento, una coreo, respetar un espacio y sería como atarme las piernas”, detalló y recordó que “una vez pasaron las comparsas, la batucada, el sonido y yo seguía divirtiéndome con la gente”.
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