(Nota publicada por PRIMERA EDICIÓN el 12 de febrero de 1992)Al borde de la extenuación y con contusiones producto del trance más duro de sus vidas, el matrimonio Chas fue socorrido ayer (11 de febrero) cerca del obrador de la represa de Yacyretá -a 90 kilómetros de Posadas- luego de permanecer desaparecido por casi 48 horas en aguas del río Paraná.Aún no repuestos del shock provocado por una odisea que los llevó a flotar más de once horas aferrados a una piragua volcada por las turbulentas aguas de la tormenta que los sorprendió el domingo en medio del río, Pedro (Perico) y Margarita (Marisa) retornaron al mediodía a Posadas.Los Chas fueron rescatados cerca de las 23:30 del lunes por personal de un destacamento de Prefectura ubicado a la altura del kilómetro 1.475, 108 kilómetros aguas abajo de Posadas. Previamente, la pareja había ganado la costa argentina improvisando unos remos con ramas extraídas de un islote "plagado de alimañas" adonde los arrojó la violenta corriente que los hizo naufragar.Como detalle anecdótico sólo quedan sus propias palabras para definir qué los mantuvo con vida: "La esperanza, nuestros hijos que se quedarían solos" y "los salvavidas y la piragua" que, aunque volcada, se mantuvo a flote.Los Chas sostuvieron que llegaron a divisar desde la isla el avión del Aero Club que se sumó al operativo de búsqueda, pero la espesa maleza del lugar les impidió hacer visibles sus señas.Mucho más abajo de donde se presumía encontrarlos y ya con pocas esperanzas de que fuera con vida, los Chas lograron salvarse. Este es su relato:Pedro Chas"No perdimos la esperanza mientras estuvimos prendidos a la piragua, que se nos había dado vuelta. Estuvimos prendidos a la piragua once horas, entre las 17:30 del domingo y las 4:30 del lunes, cuando llegamos a una isla"."La corriente nos llevó hacia un remanso y nos tuvo dando vueltas durante toda la noche con una tormenta muy fuerte. Estuvimos toda la noche en el agua y el oleaje era muy Intenso. En un momento tuve miedo porque creí que mi señora aflojaría tras soportar tantas horas el agua encima"."Llegamos a la Isla con la piragua dada vuelta. En la Isla despejamos el agua que tenía la embarcación y como era insoportable por los mosquitos y los tábanos que había en el lugar, volvimos otra vez al agua"."Pensamos mucho en nuestros hijos yeso nos dio fuerzas, pensando que los chicos se Iban a quedar solos…"."Nosotros salimos con todos los elementos de seguridad y quiero expresar a los jóvenes que practican remo que hay que respetar al Paraná. Es un gran río, pero hay que ir con todos los elementos de seguridad como fuimos nosotros. Lo que nos ocurrió es un accidente"."¿Cómo volver a nacer? La verdad que sí…".Margarita Chas"Yo le tenía miedo al Paraná, siempre le tuve miedo. Pero en estas condiciones aprendí también que hay que mantener la calma"."Cuando salimos estaba medio despejado, pero de golpe mi esposo me dice: ’Mirá el Incendio que hay allá en Posadas. Se veían llamaradas y humo negro. Cuando decidimos volver le digo que ’esas no son llamas, eso es una tormenta de tierra’"."Cuando volvíamos nos acercamos a la otra isla (la Toro) hasta que pasó la tormenta. Pero cuando salimos nos agarró otra parte de la tormenta, que parece que hizo un giro. Ahí se nos dio vuelta la piragua y mi esposo me dice: ’Mantené la calma, agarrate de nuestra piragua que es nuestra salvación"."Cuando quedamos a la deriva nos encontrarnos en el medio del río, el canal supongo, porque nos llevaba hacia una costa. Creíamos que íbamos a llegar y nos tiraba hacia el otro lado"."Yo sacaba las fuerzas de mis hijos. El hecho de pensar que los chicos iban a quedar sin sus padres me daba fuerza para luchar hasta las últimas consecuencias. Sabíamos que podíamos morir, tuvimos la sensación de muerte… pero luchábamos. Fundamentalmente luchábamos".
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