El retroceso del Gobierno nacional en su intento de avanzar por la vía de la imposición, mediante un intempestivo Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), en la reforma de la Ley de Accidentes de Trabajo, probablemente se debió más a una conveniencia política que al reconocimiento de que la cuestión no requería urgencia, sino imparcialidad de parte del Ejecutivo nacional.El oportuno llamado a sesiones extraordinarias en la Cámara baja del Congreso, con el objetivo de obtener la media sanción y cumplir con el trámite legislativo pertinente, evita al Gobierno de Mauricio Macri un nuevo episodio de irrespeto hacia la legalidad institucional, sin embargo deja abiertos interrogantes tanto en lo relativo al procedimiento como en la cuestión de fondo.Ya la postura de la Faca, (Federación Argentina de Colegios de Abogados), que se había adelantado a rechazar la modificación de la ley por decreto, había advertido que la sanción del proyecto legislativo que obtuvo media sanción el 21 de diciembre de 2016, “ limitaría el acceso del trabajador y los más débiles a la justicia al disponerse pautas que afectan nuestro ejercicio profesional y por ende el libre ejercicio de la defensa”. El debate legislativo que se inicia no debería pasar por alto este pronunciamiento de los abogados que aborda una cuestión central, el derecho del trabajador a que se lo asista con un resarcimiento adecuado al daño sufrido, en casos de accidentes, enfermedades o muertes vinculados al trabajo. No sea que detrás de las críticas a una supuesta “industria del juicio”, se aliente una reforma que vulnere en lugar de garantizar, la protección a los trabajadores, principio que es la razón misma de la existencia la legislación que se intenta reformar. No es que no puedan existir abusos, pero para evitarlos la regla general que debe hacer valer el legislador es que las modificaciones que se incluyan respondan al objetivo de seguridad social que da sentido a esta legislación; impracticable si no es en un marco de auténtica responsabilidad ética, y respeto a los valores humanos.
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