Por su labor en la comunidad, el Concejo Deliberante de Oberá entregó el Diploma al Mérito al padre Armando Rubén Vera, recientemente nombrado párroco de la Iglesia Santa Teresita de la localidad de 25 de Mayo, por lo que dejará esta ciudad con el fin de asumir esta nueva misión.El sacerdote se mostró emocionado por esta distinción de la comunidad obereña. Expresó que tiene “la satisfacción de haber procurado vivir intensamente en el Ministerio Sacerdotal en esta comunidad, y la correspondencia de la gente, de la comunidad católica y de todos los hermanos, fue muy provechosa para mi crecimiento y maduración para poder servir mejor. Estoy agradecido a toda la comunidad de Oberá por el acompañamiento que me brindó en todos estos años”.El presidente del cuerpo deliberativo, Ariel Chaves, destacó que “es un reconocimiento por lo que el padre Armando significa para Oberá, sobre todo para la gente de la Iglesia Católica que lo siguió durante este tiempo y por todas esas personas que siempre reconocieron la ayuda espiritual que le brindó el padre, que es lo principal para cada ser humano y para cada cristiano”. Los ediles consideraron para la distinción que el padre Armando se desempeñó como párroco en diversos templos de las Diócesis de Posadas. En el año 2003 fue nombrado párroco de la Iglesia San Antonio. Tras la creación de la Diócesis de Oberá, en junio de 2009, el nuevo obispo, monseñor Víctor Arenhardt, lo nombró Vicario General de la Diócesis y lo confirmó como párroco de la nueva Catedral San Antonio de Padua. Tras el fallecimiento de Arenhardt, el nuevo obispo nombrado por la Santa Sede, Monseñor Damián Santiago Bitar, renovó su designación en el oficio de Vicario General de la Diócesis.Además, el padre Armando se desempeñó como profesor de teología y Jefe del Departamento de Teología en la Universidad Católica de Santa Fe, Sede Posadas. Es miembro del Consejo Presbiteral, Párroco Consultor y miembro del Colegio de Consultores. Se desempeña como Capellán de la Escuela de Cadetes de Policía “General Manuel Belgrano” y es asesor de la Renovación Carismática Católica de la Diócesis de Oberá. Se caracterizó por ser un hombre íntegro y de mucha sabiduría, un pastor que supo conquistar el corazón de sus fieles con el anuncio del evangelio de una manera pedagógica y sencilla; un hombre con un don especial que acerca realmente a los fieles a encontrarse con el amor de Dios y su misericordia. Sin duda alguna, por la labor y servicio brindado en Oberá, por el cariño que supo ganar, tanto por los fieles católicos como por toda la comunidad, su ausencia será notable y añorada.
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