Los productores y emprendedores del Mercado Concentrador Zonal (que depende del Instituto de Fomento Agroindustrial) ponen a trabajar su ingenio creativo en la elaboración de productos novedosos y también en ideas que benefician el bolsillo de los consumidores y aportan al cuidado del medioambiente.Una de las propuestas es la llamada “miel retornable” que presenta la reserva natural Rincón Nazarí y busca incentivar a los clientes con el reciclado de los frascos de la miel que compran. Leonardo González, vendedor del puesto, explicó que consiste en vender la miel a un precio de $50 y al regreso del cliente, en caso de que haya quedado satisfecho con el producto que compró, acerque el frasco vacío y obtenga así un descuento. “Nosotros pagamos caro los frascos, y al tener de vuelta vacíos, nos reduce costos a nosotros y también beneficia al cliente”, aclaró.La miel pura de abeja se produce en un campo que la reserva tiene en Garupá, debajo de los árboles de eucaliptos con el fin de que las abejas consuman el polen de esta planta y la miel tenga un mejor sabor y otras propiedades curativas, sobre todo para enfermedades de garganta, gripe, entre otras. “Como la miel es muy rica y pura, la gente vuelve a comprar y más si sabe que acercando los frascos tiene un descuento”, comentó Leonardo. Plantas ornamentales fáciles de cuidarOtro de los productos que genera atracción en quienes visitan el Mercado Concentrador son las kokedamas que ofrece el puesto de “Artesanías y Kokedamas de Arangel”. Se trata de una técnica japonesa que significa “bola de musgo”.Son plantas que crecen en macetas de tierra, recubiertas con musgos para mantener la humedad y atadas con tanzas, que no necesitan de mayores cuidados. Dependiendo de la planta, se hidrata una vez por semana en caso de aquellas de hojas blandas, y en caso de vegetales de hojas duras, la hidratación se realiza cada quince días.Su creadora, Angélica Gualtieri, explicó que también se encuentran innovando en kokedamas de cactus, que requieren un regado de una vez al mes. “Con este producto te olvidás que tener un cactus y tenés belleza todo el año ya tiene el mismo tratamiento que una planta cultivada en un maceta tradicional pero con la diferencia que no necesita hidratación permanente”, remarcó. Angélica es una emprendedora y le gusta innovar. La idea de fabricar estas plantas surge por la falta de espacio en su casa. “A mi marido y a mí nos gustan mucho las plantas pero no teníamos espacio para tener. Entonces empezamos a buscar información y encontramos esta novedad y nos pusimos a hacer. Hoy tenemos para ofrecer varias especies como calateas, güembé, helechos, amarantos, amor escondido, entre otras”, señaló. Comentó que se trata de una novedad para mucha gente que no conoce la técnica. “La gente se sorprende de que sea todo un trabajo artesanal.Los precios van desde los $50 hasta $150, dependiendo de la especie y el tamaño de la planta”.
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