Indignados ante la posibilidad de que la Municipalidad capitalina habilite una sala velatoria al lado de un pelotero, un jardín maternal e institutos de formación y cerca del Instituto Roque González, un grupo de vecinos del microcentro hizo público el caso y se mostró fuertemente dispuesto a resistir su habilitación.Cuando se desató la polémica, a mediados de septiembre de 2016, algunas personas de la zona -en representación de sus pares- habían requerido la intervención del defensor del Pueblo, Alejandro Cohen, y solicitado audiencia con funcionarios del Municipio. De acuerdo al relato ofrecido a PRIMERA EDICIÓN, en todas las reuniones mantenidas con la Comuna se les había asegurado, inclusive hasta hace pocos días, que la obra era “inviable” atendiendo a la ordenanza vigente respecto a la habilitación de salones velatorios en Posadas que impide su localización “a menos de 300 metros de jardines de infantes, escuelas públicas o privadas, geriátricos, etcétera”, relataron. Les dijeron que se trataba de locales comerciales a pesar de no tener cartel de obra. No obstante, el último jueves, la situación se puso muy tensa cuando los vecinos se “desayunaron” con que la obra es “factible”, según la respuesta oficial al pedido de informes que hizo la Defensoría del Pueblo. “Cuando nos enteramos lo que se estaba construyendo -porque jamás hubo un cartel de obra-, fue por comentarios en la calle. Fuimos a la Municipalidad y nos aseguraron que era imposible porque lo decía la ordenanza; sin embargo, ahora nos enteramos que con esa misma ordenanza dicen que sí se puede. Entonces ¿a quién le creemos? Esto es una real burla a toda la sociedad de Posadas”, criticaron los vecinos. En ese sentido, de acuerdo a una notificación elevada a la empresa propietaria en cuestión, con fecha del 14 de diciembre de 2016, y firmada por la directora de Urbanismo municipal, Mabel Bernal, en la cédula se otorga “la factibilidad a la solicitud de ampliación, para el funcionamiento de las salas velatorias con ingreso y egreso por calle Catamarca”, dice el texto.En sus argumentaciones, la Dirección de Urbanismo hace la salvedad de que “el ingreso del colegio Roque González (por calle Catamarca) se encuentra a más de 300 metros a la redonda y el Instituto de Inglés, lindero a donde funcionará el salón, “no es enseñanza primaria ni secundaria, pública o privada”, señala el mismo documento. Es de resaltar que el informe de la Dirección de Urbanismo va más allá de lo técnico y pide “intervención” a la Secretaría de Planificación Estratégica “dada la antigüedad de la empresa en el desarrollo de la actividad de servicios fúnebres en esta localización”. Por ese mismo motivo, desde la Dirección Legal y Técnica de la Defensoría de Pueblo, analizadas las actuaciones y la respuesta dada por los funcionarios de Losada, advirtió que “es público y notorio que el ingreso del jardín de infantes del Colegio Roque González es por calle Entre Ríos, esquina Colón”. En ese sentido, se instó a que se constate el ingreso del jardín de infantes, además de la contratación de un agrimensor para que verifique fehacientemente la distancia existente desde la puerta de la funeraria hasta los distintos establecimientos en los alrededores. “Es una zona donde hay mucho tránsito de niños, como por ejemplo quienes van al pelotero a celebrar el cumpleaños de sus amiguitos, de avanzar la aprobación, ahora lo harían al lado de un salón velatorio. Están los papás que dejan a sus bebés de apenas días al cuidado de las maestras del jardín maternal y van a estar al lado de una sala velatoria. Es una cosa que escapa al sentido común”, dijeron.“Básicamente nos oponemos a su uso como salón velatorio porque en los alrededores hay niños. Es una cuestión de salud y de sentido común”, insistieron. Las normas vigentesHay una ordenanza, la II-14 (antes 46/89) y su modificatoria 2166, cuya letra expresa algunos ítems restrictivos para las habilitaciones de salones velatorios en la Capital provincial, como por ejemplo, aquello de que deben respetarse distancias mínimas desde la puerta de la funeraria hasta sanatorios, geriátricos, centro de rehabilitación, jardines de infantes y de escuelas primarias (públicas o privadas).“Ahora resulta ser que la Municipalidad ya dio factibilidad de la habilitación a la sala velatoria, al lado de un instituto de inglés, de un pelotero y de un jardín de infantes, frente a un juzgado federal en la zona; además, en un radio de 300 metros aproximadamente hay varias escuelas: exNacional 1, Escuela Especial de Formación Integral 1, que está en la cuadra siguiente, el Roque González, también se encuentra cerca del sanatorio Buenos Aires, a tres cuadras de la Casa de Gobierno y en la zona también está el edificio del Pami”, denunciaron los vecinos. AntecedentesHace unos 20 años, en oportunidad de la apertura de un salón velatorio en calles San Martín y 25 de Mayo, que en su momento también el vecindario se opuso, la Municipalidad salió al cruce de la polémica alegando que iban a permitir que trabajen un tiempo prudencial hasta que se reubicaran y ya pasaron 20 años. “Con esos antecedentes nosotros, hoy, antes de que se habilite y empiece a funcionar, como vecinos no queremos que se vuelva a repetir lo que ya se avasalló hace 20 años, que fue la voluntad popular”, explicaron.Nuevo proyecto de ordenanzaComo una de las acciones más firmes para evitar que “se atropelle” el derecho de los vecinos, éstos contaron que el edil Miguel Acuña (TyP) trabaja en un proyecto para modificar la normativa vigente en el municipio y entre otras cosas ampliar de los 300 metros actuales a 500 metros la localización y distancia de las funerarias con respecto a escuelas, instituciones de salud y distintos organismos públicos, como uno de los puntos más salientes.La cercanía del empresario fúnebre con funcionarios de alto rango de la Municipalidad logró una forzada interpretación de las normas, contra el derecho de los vecinos que llevan muchos años allí.¿Mala intención?La obra de ampliación del edificio, según relató el grupo de vecinos del microcentro, se realizó sin que haya tenido cartel de obra. Fuentes de la Municipalidad aseguraron hace tiempo que se los intimó a colocarlo, pero eso nunca ocurrió ni la Comuna clausuró la obra por esa falta.Cuestionaron los vecinos: “Eso nos da la pauta de que se manejaron de una forma muy directa con la Municipalidad. Se iniciaron los trabajos de modificación sin ningún cartel con detalles de la obra. Nos parece muy turbio como se manejaron, porque cualquier modificación hecha en las propiedades debe cumplir ese requisito mínimo. Eso nos hizo preguntar cómo se inspeccionó la obra y demás. Pero ahora, entre gallos y medianoche cuando se terminó la obra, tememos que sea habilita
do. Siempre hubo hermetismo y silencio, la gente del lugar nunca tuvo ocasión de oponerse”.En 2009 la empresa había obtenido una cédula de factibilidad por 180 días para la habilitación de un “local comercial”, sin mayores precisiones. En su momento no se ejecutó y ya pasaron casi 8 años. “Obviamente la cédula está caducada y vamos a ir hasta las últimas consecuencias para evitar que se avance ante tal irregularidad”, enfatizó indignado el grupo de vecinos. Fotos: J.C. Marchak
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