Señora Directora:?Muy poco entiendo de las modernas tecnologías y más aún de las redes virtuales que alcanzan a todo el globo. Nunca dejo de sorprenderme cada vez que me entero de alguna acción impensable –para mí– de lo que se puede hacer en y a través de éstas. Lo de Wikeleaks, por ejemplo, fue algo tan excepcional que todavía me conmueve como sé que también lo hace con otras personas que no han superado la sorpresa.Evidentemente nadie se salva de esas intrusiones en líneas y, por ende, cualquier funcionario de gobierno no está exento de ello. Tal ocurrió con el espionaje estadounidense a los correos electrónico de mandatarios de todo el mundo, incluso de países aliados, y que pudieran significar algún riesgo para los intereses del Norte. Esta vez le tocó a la ministra de Seguridad, Sra. Patricia Bullrich, cuyo twitts fue intrusado por un hacker, en una demostración de que nadie se salva. En este caso precisamente en la persona que tiene la responsabilidad de la seguridad y el combate al delito en el país, como riéndose en su cara de lo que no está haciendo.Y más aún, según la información trascendida pasó al menos una hora antes de que la funcionaria advirtiera la irregularidad y sus técnicos pudieran neutralizar esa acción delictiva que atenta contra la intimidad de toda persona. Aunque haya dudas sobre de dónde partió y cuál fue realmente la intención de ese “hackeo”. Al punto que no faltan quienes aventuran –maliciosamente, quizás– que ello partió del propio en torno de la funcionaria como parte de una operación política tendiente a justificar una mayor intervención y control del Estado en las redes sociales.Sobre todo cuando, simultáneamente, aparecen nuevas denuncias sobre el espionaje electrónico a algunas figuras del periodismo y la oposición. Un tema muy sensible además para el gobierno dado el antecedente que está a las puertas del inicio del juicio a quienes serían responsables de acciones similares hace varios años desde la Policía Metropolitana, en formación, y que indicó a algún juez misionero que habría ordenado esas escuchas..Una causa de la que el presidente Mauricio Macri fue sobreseído recientemente, pero en una decisión judicial que no exculpó a otros funcionarios de su entorno de entonces. Los mismos que ahora serán juzgados, y cuya elevación a juicio ya fue dispuesta tras haber finalizado la etapa de investigación.De cualquier manera, sea real o ficticia, es gravísimo que haya ocurrido este “hackeo” que demuestra la debilidad de la seguridad que pregona y debe sostener, precisamente, la funcionaria a quien violaron los mensajes de su teléfono. ¿Una persona común, sin ninguna protección especial como yo, qué protección puede entonces esperar?
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