Las mujeres viven hoy la maternidad con la premisa de promover el desarrollo de sus niños: quieren que sean sanos, inteligentes, sociables y felices. No se quedan solo con la intuición, sino que profesionalizan la crianza haciendo uso de la información relevante y disponible sobre el tema. Entienden que el desarrollo mental es un proceso cotidiano y medible en el que ellas también son protagonistas.Un buen rol materno se cifra en la nutrición y en la estimulación que se le proporcionan al bebé, entre otras cosas.“El desarrollo mental se evidencia en sus estados de ánimo. La alegría, el buen humor, la capacidad de juego y de interacción son indicios de salud”, explica Marisa Russomando, licenciada en psicología y especialista en crianza, maternidad y familia.La clave está en medir los avances del pequeño de acuerdo con los parámetros esperables según cada etapa y, a la vez, complementar esta evaluación con el vínculo cotidiano que se evidencia en sonrisas, miradas y juegos, respetando siempre el ritmo y la singularidad del bebéEstimulación“El cableado del cerebro del bebé se realiza desde que está en la panza y hasta los dos primeros años. Se trata de la red que durará toda la vida: lo que no se conecta durante este período no se recupera”.El crecimiento del cerebro durante los dos primeros años es trascendental. Cada ser humano nace con una cantidad determinada de neuronas y el desarrollo mental es sinónimo de las conexiones que se generan entre ellas. Cuantas más conexiones, más posibilidades tiene la persona de desplegar su potencial al máximo y de convertirse en la mejor versión de sí misma.Un cerebro con un desarrollo adecuado es como una ciudad con conexiones que cuenta con una gran cantidad de calles, avenidas y autopistas por donde el tránsito circula con fluidez y velocidad. En cambio, en una ciudad con una única autopista, todo será lento y congestionado. Así sucede con la información en el cerebro: si las conexiones son frondosas, los datos circularán mejor y podrán ser relacionados con rapidez.La Herencia, sumada a las Experiencias para los niños, es fundamental.“Si bien cada ser humano nace con una herencia genética y ésta es importante, no me cabe duda que su forma de actuar, sentir y vincularse depende en gran medida de su interacción con su madre, padre y sus vivencias en los primeros tiempos de su vida”.Salvo excepciones determinadas por el azar, como los golpes de suerte, todo lo que vale la pena en la vida implica un proceso de construcción. Las acciones diarias son las que terminan configurando resultados satisfactorios. Lo mismo sucede con el desarrollo mental de los bebés.Según explica el médico pediatra Diego Montes de Oca, “si bien cada ser humano nace con una herencia genética y esta es importante, no me cabe duda que su forma de actuar, sentir y vincularse depende en gran medida de su interacción con su madre, padre y sus vivencias en los primeros tiempos de su vida”.En ese sentido, Montes de Oca señala que “un buen desarrollo mental es aquel que permite que el niño pueda cumplir con todo su potencial genético y logre generar sus propios recursos”, que se mide a través de cuatro áreas de habilidades clave:a) Cognitiva: como el niño procesa la información del mundo.b) Motriz: cómo el niño se desenvuelve físicamente en el espacio.c) Comunicación: cómo el niño interactúa con otras personas.d) Social: cómo el niño expresa sus sentimientos y emociones.Desarrollo evolutivo del niñoUn mes • Logros cognitivos: el bebé prefiere mirar patrones simples con un marcado contraste de luz y oscuridad. Su visión es mejor a una distancia de entre 20 y 38 centímetros. • Logros motrices: apoyado sobre su panza, el bebé puede levantar la cabeza por períodos breves, para mirar hacia delante o de lado a lado. Puede apretar sus puños y agarrar, pero no puede controlar un sonajero, por ejemplo. • Logros de comunicación: el bebé gira su cabeza hacia los sonidos y puede guardar silencio al escuchar la voz de su mamá. • Logros del área social: el bebé empieza a reconocer a sus papás. Sonríe en respuesta a la sonrisa de su mamá.De dos a tres meses• Logros cognitivos: el bebé tiene una mayor capacidad para ver patrones detallados y discernir los colores. Reconoce a la mamá desde el otro lado de la habitación.• Logros motrices: el bebé realiza movimientos suaves y coordinados. Puede agarrar un sonajero, sacudirlo e incluso llevárselo a la boca.• Logros de comunicación: el bebé puede empezar a intentar imitar sonidos.• Logros del área social: el bebé sonríe socialmente y como respuesta a la sonrisa de su mamá. Distingue personas conocidas de extraños.De cuatro a cinco meses• Logros cognitivos: el bebé sigue con la mirada objetos que se mueven. Empieza a entender secuencias que ordenan las acciones, como por ejemplo: ajustar una silla alta es señal de que es hora de comer.• Logros motrices: el bebé se sienta con apoyo. • Logros de comunicación: el bebé se ríe por primera vez y su balbuceo comienza a sonar como la entonació?n del lenguaje real.• Logros del área social: el bebé mira las caras de cerca, busca y mantiene contacto visual. Empieza a descifrar emociones en el tono de la voz y en las expresiones de su mamá.Seis meses• Logros cognitivos: el bebé se interesa por estudiar los objetos visualmente. Su capacidad de atención se incrementa.• Logros motrices: el bebé rueda del abdomen a la espalda y, después, de la espalda al abdomen. Además, arrastra objetos hacia sí mismo y los agarra. • Logros de comunicación: el bebé utiliza quejidos, sonrisas y risas para llamar la atención. Utiliza diferentes llantos para expresar hambre, dolor, sueño y aburrimiento.• Logros del área social: el bebé expresa emociones con mayor claridad. Utiliza su voz y sus expresiones faciales para transmitir emociones.Colaboración: Báez Myrian MabelLic. en Psicopedagogí[email protected]
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