Docente, escritora y miembro de la Sociedad Argentina de Escritores filial Misiones (Sadem), Evelin Rucker se define como “soy una hacedora y nada más”. En una extensa charla con PRIMERA EDICIÓN, recordó cómo comenzó a incentivar a los adolescentes no solo a leer sino también a escribir y publicar sus propias producciones literarias. También se refirió a los errores más frecuentes que cometemos los misioneros con el lenguaje. Vas a las escuelas a charlar con los alumnos sobre el oficio de escribir. ¿Cómo surgió el proyecto? Todo comenzó cuando una docente de Corpus armó un libro con los textos de sus alumnos y se contactó con el presidente de la Sadem, Aníbal Silvero, y conmigo para pedirnos que la asesoremos sobre que otra cosa podía hacer para motivar a sus alumnos a producir literatura. Entonces, fuimos a darles una charla explicándoles qué es ser escritor, que no es solamente contar sino también es trabajar la palabra y en el texto. Les contamos sobre qué podían hacer para editar un libro, les dimos ideas para autogestionarse. Les contamos que los libros deben presentarse, sobre las editoriales locales que existen… en Posadas tenemos editoriales que publican de diez o veinte libros y eso es más económico, porque la mayoría te obligan a imprimir dos, cinco o diez mil ejemplares y eso tiene un costo de inversión más importante. ¿Quieren editar un libro con las producciones de los chicos?La idea es hacer un libro desde la Sadem con lo que producen los chicos en las distintas escuelas… pero también nos dimos cuenta que no es necesario. Se puede hacer un libro artesanal desde la computadora, es decir que ni siquiera es necesario pasar por una editorial. Vamos a las escuelas donde nos llamen y generalmente invitados a otros escritores que quieran acompañarnos para contarles a los chicos su experiencia como escritor. Los gastos nos autogestionamos nosotros, es un proyecto a pulmón. Los niños y adolescentes quieren escribir. Tenemos muchos chicos que escriben muy bien y quieren hacerlo. Tenemos que darnos cuenta que si bien no todos escribimos magníficamente, somos muchos los que escribimos y nos gusta hacerlo. Hay que hacerles ver esa posibilidad, que pueden escribir y publicar, mostrar lo que escriben a otros. ¿Qué género escriben más?Una de las cosas que más nos sorprendió fue la cantidad de chicos que escriben poesía y nos piden poesía. Por ejemplo, en una escuela técnica en Bernardo de Irigoyen, nos solicitaron que les recitáramos algo de nuestra poesía. Cuando Aníbal Silvero les recitó y les aclaró que era un soneto quisieron saber qué era un soneto. Aníbal les explicó el concepto técnico de soneto y todos escuchaban atentamente… fue increíble. Pero siempre nuestra visita es consecuencia de la iniciativa de un docente que vio las capacidades de sus alumnos, que los motivó y trabajó con ellos. Y esto no pasa en todos lados. Tratamos de ir a todas las escuelas donde nos llamen, nos organizamos porque ambos tenemos diferentes trabajos. Hasta ahora, fuimos a Corpus, Bernardo de Irigoyen, 25 de Mayo, Leandro N. Alem. También visitamos escuelas de Posadas. ¿Cuáles son errores más comunes de los misioneros al hablar? Aspiramos las eses… las eliminamos, el tema de los verbos, el leismo y loismo. Tenía un profesor en la maestría, con dos doctorados realizados en España, que investigó el habla en el NEA y él decía que había cuestiones como el dequeismo, el leismo y el loismo que ya no teníamos que darles tanta importancia porque se entiende lo mismo. El problema del leismo y loismo lo tenemos solamente nosotros en el litoral argentino y es por la influencia del guaraní. Este mismo fenómeno se da en La Rioja (España). Tal vez tenemos que acostumbrarnos. Al hablar nos sale el leismo, pero no tanto en el lenguaje escrito donde nos cuidamos más. La única manera de expresarnos correctamente es aprender a hacer análisis sintácticos de oraciones porque el “le” corresponde a un objeto indirecto y el “lo” al directo. Si sabemos hacer análisis sintáctico de oraciones de memoria, no nos podemos equivocar. Y entonces tenemos que reflexionar y criticar sobre las prácticas de muchos docentes que no enseñan para qué sirve el análisis sintáctico de oraciones que es como un juego de lógica. Los chicos no saben para qué sirve el análisis sintáctico pero lo peor es que los docentes tampoco lo tienen claro. Hay reglas de puntuación que vas a saber cómo se utilizan cuando sepas hacer análisis sintáctico de oraciones… si a los chicos les decimos que el sujeto no puede separarse del predicado por una coma, a menos que haya una aposición, pero no reconoce el sujeto o la aposición… obviamente pondrá la coma en cualquier lado. Publicaciones y proyectosAdemás de su tarea docente (es profesora de castellano, literatura y latín; maestrando en enseñanza de la lengua y literatura), Evelin Rucker tiene numerosas publicaciones en su haber (entre las que se destacan la novela para niños “El libro de la madre tierra”, la novela autobiográfica “Pitzi” y los cuentos para colorear publicados en la colección de la Asociación de Escritores de Literatura Infanto Juvenil. Ahora está a punto de salir otra colección de la Asociación de Escritores de Literatura Infanto Juvenil de cuentos de terror, donde también participó. Entre sus proyectos en desarrollo, se encuentra el libro de cuentos ilustrado por Agustín De Stefano, un niño de 11 años que tiene síndrome de Asperger y que es un apasionado del dibujo y las historietas. “Un día, Agustín me dijo que quería dibujar y le propuse hacer algo juntos. Él me dio la idea para un cuento y lo hice… ahora él está dibujando. Es muy perfeccionista, hace casi un año está dibujando”, contó divertida.
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