En mayo del 2015, la fábrica de bolsas de papel La Arminda SA de Puerto Rico dejó de operar, pero hoy la realidad es otra y los trabajadores escriben un nuevo capítulo en la historia de las fábricas recuperadas por los obreros en nuestra provincia. “No estamos como queremos, pero sí ilusionados”, comentó Esteban Aranda, uno de los principales referentes del grupo de operarios que continúan con sus labores diarias en la fábrica. La Cooperativa Bolsas Kraft fue creada con ayuda gubernamental, pero sin duda que los principales pilares de la recuperación de la fábrica fueron los 30 empleados que aguantaron los cientos de días sin operar, sin llevar comida a sus hogares y con la incertidumbre a cuestas. Incluso cuando La Arminda quebró, muchos operarios empezaron a trabajar en otras ocupaciones u oficios para poder subsistir. “Es que no fue fácil para los muchachos, la mayoría tenemos familias y había que generar ingresos”, reconoció Aranda.Al igual que en otros casos, al conocer la noticia de la quiebra, los trabajadores se manifestaron con cortes de ruta. Golpearon puertas de los principales funcionarios provinciales e incluso se reunieron con empresarios interesados en reactivar la fábrica, pero nada prosperó. Hasta que en agosto del año pasado y en la sede del Ministerio de Trabajo se realizó la firma de la creación de la Cooperativa. Fue un día histórico para los cerca de 20 operarios que presenciaron el acto presidido por el entonces ministro de Trabajo, Jorge Valenzuela. En ese entonces, todos los presentes coincidieron: “Para empezar a funcionar, la Cooperativa solamente debe contar con las máquinas a punto y la materia prima”. Sin embargo, no fue tan fácil. Comienzo complicadoAranda relató a este Diario que el principio fue difícil, y “eso que teníamos varios pedidos de bolsas, pero se nos hizo complicado reactivar la fábrica. Incluso en estos momentos está duro continuar creciendo porque no contamos con una cuenta bancaria que nos posibilite vender a todo el país”. “Por el momento solamente trabajamos con pedidos de empresas de la provincia, entonces nuestro próximo paso es ingresar al sistema bancario para operar en todos lados”, comentó el integrante de la Cooperativa de Puerto Rico. Aranda señaló que uno de los mayores proveedores de las bolsas de papel es una empresa azucarera de Tucumán. Y justamente con ellos están en tratativas para volver a operar de manera comercial, de allí la urgencia de tener una cuenta propia en una entidad bancaria. “En los últimos dos meses contamos con muchísimos pedidos, a tal punto que duplicamos la producción promedio. Tuvimos picos de 15 mil bolsas por día y solamente con dos máquinas trabajando todo el día, a raíz de esto decidimos trabajar en doble turno, ya que el objetivo que nos propusimos como empresa es que el cliente tenga cuanto antes las bolsas”, comentó Aranda, quien recordó que ese “era uno de los errores que teníamos con los dueños anteriores, ya que cuando había mucho trabajo no podíamos cumplir con los pedidos y no queremos que no se repita más”, admitió el trabajador, que fue uno de los que más caminó para conseguir la reactivación de la única fábrica de bolsas de papel de toda la región. Talleres y capacitaciónAranda admitió que fue muy importante el acompañamiento del Gobierno, porque “a través del Ministerio de Industria nos asesoraron en cuestiones que no sabíamos cómo afrontar. También vinieron técnicos a reparar algunas maquinarias y toda esa ayuda nos dio una luz de esperanza. Y encima vamos avanzando con los pedidos, entonces la expectativa es mayor y queremos continuar creciendo en base a los clientes que nos hemos ganado a lo largo de tantos años de trabajo”. Con respecto a los ingresos, el trabajador dijo que “cuando hay mucho trabajo, ganamos algo de dinero y cuando los pedidos merman, al menos empatamos. Pero los compañeros tampoco se quedaron, porque la mayoría fue buscando otras alternativas para subsistir y llevar plata a sus casas, más allá de lo que podamos ganar con la cooperativa. Además, hay una costumbre que se instaló entre nosotros que es la ayuda mutua, siempre colaboramos con aquellos compañeros que atraviesan casos de enfermedad u otra situación crítica”.Por último, Aranda explicó que para aumentar la capacidad de producción se deben reparar máquinas en desuso o adquirir nuevas y “esto solamente lo podemos hacer con la ayuda del Gobierno, por eso hay conversaciones para ir mejorando en cuanto a las maquinarias, ya sea reparando las que hay en el galpón o comprar nuevas mediante créditos”, cerró uno de los referente de la Cooperativa.
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