Se terminó de definir en el Gabinete presidencial quiénes son los funcionarios con poder, al punto de pedir las renuncias de quienes consideran que no cumplen con los mandatos de Mauricio Macri o generan “interferencias” (como le gusta decir a una parte del oficialismo al momento de justificar los despidos). Son Marcos Peña (jefe del Gabinete), y sus dos vicejefes coordinadores, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui.Esta semana hubo dos nuevas bajas: en la presidencia del Banco de la Nación (salió Melconian e ingresó González Fraga); y en la Secretaría de Obras Públicas (se fue Daniel Chain y no hay por ahora reemplazo). Un matutino porteño reveló que Macri puso en marcha un sistema similar al Tablero de Comando, con evaluaciones periódicas a cargo del trío de confianza, donde una luz verde indica que avanzan en el cumplimiento de los objetivos y una roja que encienda un alerta sobre el organismo o ministerio que no cumple los pedidos.Lo que no se dijo es: si todos los que se fueron sumaron demasiados rojos como para continuar en sus cargos.El duro desempleoHacia afuera, el Gobierno nacional tiene como discurso frente a los cambios en Economía, que se busca una “sintonía” en la materia. Mientras el flamante ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne aseguró en Davos que “lo peor ya pasó”, el Indec sigue confirmando lo malo que fue 2016.Esta vez, se informó que el empleo registrado cayó 1,5% por la eliminación de 127.595 puestos de trabajo en los primeros nueve meses del año pasado, según los registros del sistema de Seguridad Social. Ese sistema releva declaraciones juradas de compañías sobre el número de empleados.De la mencionada cifra, 7.719 pertenecen al sector público y 119.876 al sector privado. Los sectores donde más impactó la caída fue en la construcción (46.163), actividades administrativas (36.578), la industria manufacturera (36.257), servicios de transporte y almacenamiento (11.634), profesionales (7.154) y servicios de alojamiento y comidas (6.389).Año electoral con obra públicaComo lo muestran los fríos números de la economía en recesión, la construcción fue la principal afectada en materia de empleo. El diario Perfil de este fin de semana, reveló que Cambiemos apostará a la obra pública con $511 millones por día en obras hasta las elecciones (por ahora estimadas en octubre); lo que suman 140 mil millones de pesos.De ese total, Rogelio Frigerio (de buena relación con Hugo?Passalacqua) manejará con el Ministerio del Interior $73.500 millones. “Llegamos a tener más de una licitación por día en el Ministerio del Interior, y ahora vamos a tener en promedio más de una adjudicación y más de una inauguración por día en 2017”, aseguró el ministro a Perfil.En la nota periodística se indica que Buenos Aires, Córdoba y el Norte (sin especificar provincias) serán las más beneficiadas. La mención del Norte, tal vez se deba al inicio de actividades del tan promocionado Plan Belgrano que en su primer año, apenas tuvo como actividad el “relevamiento” al menos en una Misiones que es parte de esta zona geográfica postergada.¿Habrá adelanto en Misiones?Pudo ocurrir que se le escapó la noticia o le llamaron la atención por la revelación. Lo cierto es que el eterno intendente de Eldorado, Norberto Aguirre dijo que en su opinión se adelantarán las elecciones en Misiones para los cargos legislativos provinciales y municipales. Se lo dijo a una radio local y la información la reprodujo PRIMERA?EDICIÓN. El aparato oficialista mediático sacó a Aguirre criticando a este Diario. Pero ya estaba dicho y cada uno es esclavo de sus palabras.Aguirre negó incluso estar pensando en una diputación provincial como trascendió esta semana. Finalmente, el alcalde renovador (que estuvo hace poco al borde de la destitución por parte del Concejo Deliberante) negó en esa entrevista realizar más cambios en su gabinete tras, por ejemplo, las denuncias por las Viviendas Progresivas.De confirmarse la versión de Aguirre, ¿se volverá a votar en junio como en años anteriores? Sería el retorno a la discusión de los temas misioneros sin la injerencia de los candidatos nacionales.Sin dudas que la definición pasará por la economía, especialmente por quién pagará una elección desdoblada.Emsa superpobladaMientras el presidente de la deficitaria empresa de energía sigue en silencio y los reclamos de los usuarios siguen esperando respuestas, un informe de la Nación reveló que Emsa está al frente de un ranking preocupante: tiene la mayor cantidad de personal por usuarios que debe atender.Ya lo dijo el presidente de la Federación de Cooperativas Eléctricas, Guido Weber: cada trabajador eléctrico les cuesta 50 mil pesos por el pesado convenio colectivo de trabajo vigente. Entonces, solo hay que multiplicar 1.865 (cantidad de empleados de Emsa sin contar otros 500 monotributistas que no estarían bajo convenio) por 50 mil pesos y nos dará 93,2 millones de pesos mensuales que se deben destinar a salarios. Volviendo al ranking, Emsa tiene 8,7 empleados por cada mil usuarios. Evidentemente no todos están atendiendo clientes. Sino, por citar un ejemplo, los vecinos del barrio Sur Argentino que compraron hasta los focos para el alumbrado público, no estarían esperando hace meses que la empresa provincial vaya a realizar las reparaciones para dotar de mayor iluminación las calles, aportando a la seguridad del lugar.Hace varios años, el clossista Sergio “Pity” Ferreyra le dijo a los diputados de la comisión de Presupuesto que cuestionaron los cientos de millones que la Provincia les da a Emsa como salvataje económico, que había implementado un plan de retiros voluntarios y jubilaciones. Algo no funcionó.Crisis en la producciónEsta semana el sindicato de obreros de la madera de Eldorado reveló que se perdieron más de 200 puestos de trabajo en aserraderos del Norte misionero. Y que las horas de trabajo se redujeron de manera importante por la falta de actividad en el sector, producto de la situación económica como la apertura de las importaciones.No es casual que por esta razón, algunos trabajadores con apoyo del Soime hayan salido a la ruta a reclamar medidas que apoyen al sector, que por ahora no aparecen y difícilmente lo hagan en el breve término, por lo cual se espera todavía un impacto más negativo aun.También en el rubro yerbatero se generó mayor malestar del que había al cierre de 2016. Tras una asamblea en Andresito, donde no hubo representación del Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym), hubo dos posturas fuertes surgidas de la producción: pedir la renuncia del directorio del ente y manifestarse en febrero próximo pidiendo, por ejemplo, la aplicación de la cupificación de las plantaciones; reducir los plazos de pago de la producción; mejorar los precios vigentes para la materia prima; entre otros.Incluso, surgió la posibilidad de trasladar la manifestación hasta Plaza de Mayo, para que el Ministerio de Agroindustria (del que depende el Inym) ayude con medidas concretas al sector. Como se informa en la
edición de hoy, un representantes de la Producción en el Inym, Jorge Hadad, presentó un proyecto para limitar las plantaciones, tal como existió en los años 30, previo a la creación del Mercado Consignatario.Ahora, el presidente del organismo deberá definir si se promueve el estudio y debate de la iniciativa de Hadad o se cajonea. Según trascendió de fuentes del ente yerbatero, se habilitaría la discusión como forma de respuesta a la movida de productores en protesta.El referente de los productores en el Instituto, aseguró que un problema muy actual es la sobreproducción yerbatera sumada a la baja de las exportaciones.
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