Un multimillonario secuestro y robo tuvo como víctima a un empresario argentino en Foz de Iguazú, Brasil, en la Triple Frontera. El hombre oriundo de Buenos Aires fue tomado como rehén junto a su hijo y un amigo de éste cuando circulaba por la ciudad fronteriza a bordo de una camioneta radicada en Puerto Iguazú. Los delincuentes, que se hicieron pasar por policías, se llevaron una suma poco común: alrededor de 13 millones de pesos.El dinero, al decir de la víctima, era producto de la venta de una propiedad en Paraguay, país del que regresaba cuando fue abordado por los malvivientes. El empresario, ligado al turismo y de ascendencia china, actualmente vive en Foz pero posee emprendimientos en diferentes puntos de la región.“Suponemos que los autores del hecho sabían que la víctima había vendido esa propiedad y acababa de cobrar ese dinero, con el que llegó a Brasil. La investigación continúa, pero por el momento no tenemos mayores datos sobre los malvivientes”, le dijo anoche a PRIMERA?EDICIÓN el jefe de la Policía Civil en Foz, Geraldo Evangelista, a cargo de la investigación.El episodio se registró alrededor de las 16.30 del último miércoles sobre la ruta nacional BR-277, puerta de entrada a Brasil desde el “Puente de la Amistad”, que conecta Foz con Ciudad del Este.Justamente desde la última de esas ciudades el empresario argentino regresaba junto a sus hijos, según sus palabras, luego de cobrar el multimillonario monto correspondiente a la venta de una propiedad en Paraguay.De repente, al llegar al cruce de la arteria con la avenida Paraná, la camioneta Kia de las víctimas fue cercada por un automóvil -sería un?Chevrolet Cruze- del que bajaron tres malvivientes armados, que portaban gorros, lentes de sol y hasta placas de detectives de una fuerza brasilera.Sin embargo, poco tiempo tardaron en develar sus verdaderas intenciones. Al menos uno de ellos se subió junto a las víctimas y obligó al argentino a conducir hacia el barrio Tres Lagoas, sobre uno de los accesos a Foz. Allí, después de casi diez kilómetros, despojó a las víctimas de las billeteras y teléfonos celulares. Y del dinero, claro.El empresario turístico llevaba en su vehículo nada más y nada menos que 690 mil dólares (unos 11.730.000 pesos), un millón de pesos argentinos y alrededor de 62 mil reales (350 mil pesos). La sumatoria equivale a poco más de 13 millones de pesos, un monto por demás llamativo.Los delincuentes abandonaron a las víctimas cerca de una fábrica de cementos abandonada y huyeron a bordo de la camioneta, el rodado en el que habían llegado y presuntamente una motocicleta. No hay certezas, pero la Policía Civil sospecha que serían cinco los delincuentes: los tres que viajaban en el auto y otros dos que actuaron como apoyo en aquel supuesto biciclo.La camioneta registrada en Puerto Iguazú fue hallada horas después abandonada en el barrio Morumbí de Foz, a unos seis kilómetros de donde fueron abandonadas las víctimas, quienes no sufrieron lesiones. Hasta anoche, al cierre de esta edición, las autoridades brasileras continuaban en busca de los delincuentes.
Discussion about this post