A esta altura, nada de lo que pueda decirse de Emsa causa sorpresa. Pierde el 40% de la energía que factura, padece un déficit multimillonario que encima está disimulado con una sobrevaluación de sus bienes, necesita permanente asistencia del Gobierno provincial y ahora se confirma una sospecha que muchos tenían pero no había datos para demostrarlo. Emsa es la empresa eléctrica del país que mayor cantidad de empleados tiene por cada mil usuarios.De acuerdo a un informe del Ministerio de Energía de la Nación, la prestataria energética de Misiones encabeza este lamentable ranking con 8,7 empleados por cada mil usuarios. Le siguen la Dpec de Corrientes con 6,1 empleados (con datos de 2006); luego la Epec de Córdoba con 3,7 empleados por mil usuarios y la Secheep de Chaco con 3,6 cada mil.Estos datos explican en gran parte la crisis económica que tiene la empresa, a causa del elevadísimo costo salarial, que le resulta en más de 50 mil pesos mensuales por cada empleado adherido al convenio colectivo del Sindicato de Luz y Fuerza, según estimaciones del titular de la Federación de Cooperativas, Guido Weber. Dicho convenio fue impulsado por el secretario general del gremio, Julio Héctor “Cachilo” Rodríguez, cuando era presidente de la empresa y, a la vez, secretario general en licencia del gremio. En la auditoría que se realizó durante 2016, los informes reflejan claramente que el mayor peso económico histórico de Emsa es el costo salarial a causa de un convenio colectivo casi imposible de sobrellevar.Desde hace varios años, por una orden política de la cúpula de la renovación, la empresa no incorporó más personal a planta permanente. Esta situación genera tensión con el gremio que quiere seguir usando la empresa como bolsa de trabajo para parientes y allegados, y seguir logrando la mayoría en cada votación gremial.Pero la situación sería mucho peor si las estadísticas reflejaran la cantidad de contratados, porque el informe del Ministerio de Energía solamente menciona a los 1.865 empleados de planta, pero no hace referencia a los más de 500 contratados como monotributistas. Si éstos se incluyeran en las estadísticas, el número de empleados cada mil usuarios se dispararía hasta el infinito. La cantidad de usuarios se eleva a 213.801. “Ninguna empresa de ningún rubro puede ser viable de esta manera”, aseguraron desde Emsa. En la otra punta de la lista, entre las más austeras se encuentra Edelar (La Rioja) que tiene 0,7 empleados cada mil usuarios, en tanto Edet (Tucumán) 0,8% y Edea de (Mar del Plata), el 1,5 cada 1.000 clientes.Los expertos, adjudican a estos excesos de personal, la razón por la cual en la mayoría de las provincias las empresas distribuidoras de electricidad están impedidas de renovar los viejos cableados porque el dinero que ingresa se destina en su mayor parte a pago de sueldos. Así, los viejos cableados no soportan físicamente el incremento de potencia que requiere la suba de la demanda de electricidad.Emsa, además, tiene una pérdida de casi el 40% de la energía que factura, según admitieron funcionarios de la empresa. Y tiene sobrecostos insoportables principalmente en personal.Según el balance de los últimos años, la energía que factura solamente representa el 11% de todos sus gastos. El 89% restante se justifica en gastos de transmisión, mantenimiento, administración y el gran agujero negro que es el personal.Otro dato alarmante es la cantidad de “enganchados” o usuarios “fantasma” que tiene la empresa y que, según técnicos de la misma, supera las 20 mil conexiones en toda la provincia. En este dato se pierde parte del 40% que nunca se factura.Cabe aclarar que Emsa, igual que otras empresas que tienen sociedad anónima o sociedad del Estado como razón social, no está controlada por el Tribunal de Cuentas de la provincia y sus balances anuales -que están sospechados de estar “dibujados”- se aprueban en asambleas que se votan sin discusión, a libro cerrado, en un trámite express que roza la irresponsabilidad. De ahí nace gran parte de las causas de que la empresa se encuentre en la crisis terminal en la que está.$50 mil mensual por empleadoGuido Weber, presidente de la Federación de Cooperativas Eléctricas dijo a PRIMERA EDICIÓN que se “debe revisar el convenio con el sindicato de Luz y Fuerza” porque es casi imposible de pagar y representa en promedio unos 50 mil pesos mensuales por cada empleado.El convenio posee beneficios que son imposibles de abonar, aseguró, en coincidencia con los informes de los auditores que apuntan en el mismo sentido.El titular de la Fecem expresó que no está en contra de los salarios de los trabajadores, porque “cada uno debe ganar lo que corresponda”, pero admitió que “en nuestra cooperativa, en promedio, los costos de los empleados para la empresa son superiores a los 50 mil pesos”. “Si trasladamos los costos de la distribución de energía en su totalidad, el consumidor más humilde va a tener serios problemas en pagar la luz. Por eso creo que desde el Estado hay que comenzar a trabajar en la disminución de algunos acuerdos laborales, porque tienen un sinfín de beneficios”, advirtió.
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