(Noticia completa publicada en PRIMERA EDICIÓN el 17 de enero de 2012) Marta Kaczdua (48) se despertó cuando sintió que su perra le lamía la cara. Había quedado inconsciente después de que una pareja de delincuentes la sorprendió en su casa, la golpeó y hasta la roció con alcohol, amenazándola con prenderle fuego si no le entregaba el dinero que buscaban.La pesadilla para la docente duró más de una hora en su propia vivienda de la chacra 137, al oeste de Posadas, a orillas del arroyo Antonica y en el popularmente conocido barrio Luz y Fuerza.Ayer, cerca de las 2 y mientras estaba sentada frente a la computadora, una pareja de delincuentes la sorprendió a punta de pistola.“Mi perrita estaba conmigo y empezó a ladrar. Entonces miré hacia la puerta de atrás y vi que había un hombre parado que me estaba apuntando”, narró la víctima en diálogo exclusivo con PRIMERA EDICIÓN, horas después del hecho.Según el relato de la docente, que en ese momento se encontraba sola en la casa de la calle El Zorro, enseguida apareció una mujer, que tenía un cuchillo y la agarró del cuello con inusitada violencia.“El hombre era el que hablaba. Me decía que le dé dinero, pero yo les decía que no tenía nada. Entonces, la mujer comenzó a pegarme una y otra vez por todo el cuerpo”,contó Kaczdua, todavía shockeada y con moretones y heridas visibles en distintas partes del cuerpo.“Queremos la plata”, insistía el delincuente, mientras la mujer no paraba de golpear a la dueña de casa, quien en medio del llanto por el dolor hasta les ofreció para ir al cajero, para mostrarles que no tenía grandes sumas de efectivo. “Sólo tenía los cuatro pesos. Les pedí por favor que se llevaran lo que quisieran pero que me dejaran de golpear, pero él insistía con que yo tenía ‘la plata’, pero no sé de qué dinero hablaban”, recordó.La víctima rememoró también la violencia con la que actuaba la mujer, quien “me pegó mucho y hasta me tiró contra una loza. Ahí me golpeé la cabeza y comencé a sangrar”.Como la docente reiteraba una y otra vez que no tenía dinero, el oscuro dúo decidió recorrer la vivienda para dar con el efectivo que buscaban, pero no encontraron nada. Entonces, quizá ante la impotencia de ver frustrados sus planes, la ladrona bajó de las habitaciones con un recipiente lleno de alcohol. “Llegó con el alcohol y me roció por todo el cuerpo. Después, comenzó a tirar también en la escalera y por todos lados. Me dijo que iba a prenderme fuego a mí y a la casa si no le daba el dinero que buscaba”, contó la protagonista de la dramática madrugada.Marta estaba ahogada en el temor y sin comprender tanta maldad, pero contó con algo de suerte: el ruido de una motocicleta en la calle asustó a los delincuentes, que entonces decidieron escapar.“Ahí se ve que me quedé inconsciente, porque no recuerdo más nada, sólo que después abrí los ojos y mi perrita me estaba lamiendo la cara. No me podía levantar de los golpes”, añadió. Habían pasado unas tres horas desde que todo comenzó y recién a las 5.30 la víctima pudo dar aviso a las autoridades.Debido a las lesiones que sufrió, la docente fue asistida y trasladada al Hospital Escuela de Agudos Ramón Madariaga, donde recibió tratamiento y fue dada de alta algunas horas después.Efectivos de la Unidad Regional I y de Investigaciones de la Policía provincial montaron un operativo para dar con la pareja, hasta ayer sin resultados positivos. Mientras, Marta no salía del estado de shock que le tocó vivir en su propio techo: “fue más que una pesadilla”, sintetizó la mujer.
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