Un medio de prensa del Paraguay estimó, basándose en fuentes del vecino país, que en 2016 la vecina ciudad de Encarnación recibió la visita de doce millones de argentinos, cifra que confirma, aunque con una estimación levemente mayor, una previa estimación de fuentes locales y ratifica el fuerte impacto de las asimetrías cambiarias en la economía misionera el año pasado.La puesta en vigencia del ITC diferenciado, ya sobre el fin del año, no parece haber incidido mayormente en el flujo de automovilistas hacia la vecina ciudad, atraídos por una ventaja en los precios que -según el informe de la prensa paraguaya- serían de entre un 40% un 100% más barato, dependiendo del artículo que sea.La carga de combustible como factor determinante en el flujo de personas que cruzan el puente no tiene hoy la misma importancia que en los noventa, cuando se aplicó por primera vez la rebaja del ITC para Posadas y otras ciudades de la provincia, y por ello es previsible que su efecto sobre las asimetrías no será, ya en el nuevo año, importante.Los artículos más solicitados por los argentinos se refieren a los rubros de electrónica, prendas y alimentos, aunque la demanda de quienes cruzan el puente no se detiene, ni mucho menos, en esos rubros, aportando a generar una dinámica económica creciente en beneficio de la economía de la ciudad paraguaya, favorecida por el tipo de cambio; pero también por otros indicadores, como el tributario.Las pérdidas millonarias que sufre el comercio misionero, y que influyen en la economía provincial en general, merecen una análisis de fondo y que se busquen mecanismos ciertos y objetivos para aminorar las diferencias de costos no únicamente en forma coyuntural y enfocando el problema con visión regional y de largo plazo. Es sustancial que el Estado y el sector privado trabajen en conjunto buscando mecanismos razonables para aliviar la carga tributaria excesiva que pesa sobre las actividades económicas en la provincia. No únicamente sobre el comercio.
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