La "diplomacia deportiva" entre Cuba y Estados Unidos dio un nuevo paso adelante con la disputa del primer partido de rugby entre ambos países desde la apertura de las relaciones diplomáticas y a menos de una semana de que Donald Trump ocupe la Casa Blanca, organizado por la Fundación Rugby Sin Fronteras."A partir de la apertura entre ambos países pensamos que era una buena oportunidad de utilizar el rugby como un encuentro, porque el deporte tiene que estar por encima de cualquier situación política o social", afirmó el argentino Juan Bautista Segonds, presidente de la Fundación Rugby Sin Fronteras.<p lang="es" dir="ltr">“UN PEQUEÑO PASO, UN GRAN SALTO”Un nuevo encuentro histórico de <a href="https://twitter.com/hashtag/RugbySinFronteras?src=hash">#RugbySinFronteras</a> que unió a cubanos y estadounidenses <a href="https://twitter.com/hashtag/EmpujandoJuntos?src=hash">#EmpujandoJuntos</a> <a href="https://t.co/voSnLw8BZP">pic.twitter.com/voSnLw8BZP</a></p>— Rugby Sin Fronteras (@RugbySFronteras) <a href="https://twitter.com/RugbySFronteras/status/821014728612909056">16 de enero de 2017</a>u000ACuba se impuso por 30-7 a una selección de Estados Unidos en un partido amistoso de rugby aficionado disputado el domingo en La Habana, el primero de la disciplina que celebran ambos países tras el proceso de normalización de relaciones iniciado en diciembre de 2014.En Cuba, el béisbol es el deporte nacional y el fútbol cada vez gana más seguidores, por lo que la celebración del primer partido de rugby entre ambos países en décadas fue una iniciativa novedosa. "Empecé en el rugby por entretenimiento y llegó un momento en que lo llevé en la sangre, para mí el rugby es lo más bonito", aseguró a DPA Wilmer Laera, jugador del equipo de La Habana, que es el actual campeón nacional. La liga cubana de rugby tiene carácter amateur y se concentra en los meses de agosto y septiembre. A pesar del corto calendario, Laera y sus compañeros entrenan todo el año tres días por semana en la Ciudad Deportiva de La Habana y reconocen como a su gran rival al equipo de Camagüey, en el centro del país. "El resultado del partido era lo de menos, jugar este partido era un sueño y lo hemos conseguido", reconoció Gustavo Zerbino, vicepresidente de la Fundación Rugby sin Fronteras. En 1972, el uruguayo Zerbino sobrevivió al accidente aéreo a 3.500 metros de altitud en los Andes, cuando chocó el avión que trasportaba a su entonces equipo Old Christians de rugby camino de Santiago de Chile para enfrentarse a los Old Boys. Zerbino volvió 40 años después al Valle de las Lágrimas, el lugar del accidente, para que la pelota ovalada volviese a girar y de esta manera homenajear a los 16 sobrevivientes y las 29 víctimas de la tragedia. Fuente: Télam
Discussion about this post