La Cooperativa Picada Libertad inició el camino de la vuelta a la actividad con un aporte millonario del Gobierno misionero, el que posibilitará acondicionar el secadero de té (uno de los más grandes de la provincia) para enfrentar la presente zafra y contener la materia prima de unos 200 productores. Paralelamente, los directivos se manifestaron entusiasmados con la posibilidad de homologar un acuerdo final para salir del concurso de acreedores en el que se encuentran desde 2009, cuando estuvieron al borde de la quiebra. Una vez que se defina la instancia judicial y la cooperativa pueda sanear definitivamente las deudas que la llevaron a esta situación, no descartan ceder parte del patrimonio de la entidad al Gobierno de la Provincia para avanzar en las próximas etapas necesarias para recuperar completamente el secadero, señaló el gerente de Administración, Ricardo Szmandiuk. Las inversionesSegún detalló el directivo, el monto no reintegrable recibido desde el Ifai es el primer aporte para inversiones que llega a la cooperativa en la última década, ya que otros aportes menores que se concretaron en ocasiones anteriores, se utilizaron a los fines de sanear las millonarias deudas de la entidad, especialmente con los trabajadores. En el caso de los 3 millones y medio que el Gobierno aportó esta semana, se destinarán a solventar el reacondicionamiento de la caldera y la tipificadora del secadero de té, ya que sin estas reparaciones “era imposible iniciar el acopio”. El plan de inversiones tiene otros cuatro pasos que requerirán de más fondos, siempre para terminar de reacondicionar el secadero y las instalaciones conexas, para lo cual no descartan utilizar el patrimonio inmobiliario a favor del Gobierno provincial, una vez que se defina el concurso de acreedores y puedan disponer de los bienes. La cooperativa fue importante en la Zona Centro y señera en la ya desaparecida producción de aceite de tung, pero sucesivas malas administraciones y las vicisitudes del mercado internacional derivaron en una crisis que ya lleva casi dos décadas, y que requirió de constantes salvatajes del Estado provincial. Tuvo hasta 5 mil socios y 400 empleados de planta permanente, lo que la convirtieron en una de las de mayor influencia en la región. En 2009 se produjeron despidos masivos que derivaron en el proceso judicial que todavía no termina de definirse, pero que según estiman, podría llegar a finalizar en pocos meses. En la actualidad, según precisó Szmandiuk, son 33 los trabajadores en planta permanente, y llegan a 55 incorporando los temporarios que se requieren para el acopio de té. El secadero tiene capacidad para acopiar y procesar entre 15 mil y 18 mil toneladas de materia prima y según aseguró el gerente, en la actualidad paga a los productores una vez por semana, a razón de 1,20 por kilo, que “es el valor del mercado”.EsperanzasEl titular del Ifai, Ricardo Maciel, confió que “en mayo el Gobernador nos encomendó asistir a la cooperativa Libertad, que estaba en una situación cuasi terminal”. En el marco de esta directiva, “le otorgamos una ayuda para sostener a los empleados y asistencia para poner en condiciones la línea de secadero de té. También acompañamos gestiones ante Rentas y Afip. Y deseamos que pronto tengan armado un plan de negocio propio e incidir con fuerza en la cadena tealera, como lo hicieron en tiempos pasados”.
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