Dos señales de atención estigmatizadas que tienen que ver con recibir personas en el lugar de trabajo, son sentir la compasión por el otro, y establecer la empatía. Más desfasados en una que en la otra, cuando hay circunstancias de la vida que son similares a las nuestras, es difícil no identificarse, y es cuando el instinto viene a intercambiar nuestras propias emociones en la sesión, a menudo sin darnos cuenta, donde podemos estar perdiendo el foco del objetivo. El interés que ponemos al ser compasivos es como sentir la amorosidad con ganas de brindar soluciones, para que se restablezca lo “normal” y no sea un pesar, desde ese punto es fácil permanecer en armonía al comenzar hasta finalizar un tratamiento. En cambio al empatizar, podemos llegar a sentir dolor en nuestro mismo cuerpo. Tanto que, durante el horario establecido, solamente nos sintamos estancados en una energía determinada. Las facultades mentales de alto nivel, llevando al ser humano a estar siempre adaptándose, nos permiten detectar estas emociones para administrarlas mejor. ColaboraCésar Aguirre AyraultTerapias corporales.Masajista californiano.En Facebook Equilibrándonos Masajes.3764 791631
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