Como estrategia económica puede parecer contraproducente, pero el gobierno de Palaos quiere que cada vez menos turistas visiten sus idílicas playas.Su presidente, Tommy Remengesau, acaba de presentar un proyecto de ley para sólo permitir la construcción de hoteles de cinco estrellas en esta parte de Micronesia.Es lo que se conoce como “moratoria turística”: apostar por la llegada de menos turistas pero con alto poder adquisitivo: menos personas que dejen más dinero.Y, al mismo tiempo, garantizar que los inversionistas contribuyan con el desarrollo armonioso de la pequeña nación del Pacífico, compuesta por unas 250 islas.Lo más interesante del caso es que Palaos depende significativamente del turismo, responsable por aproximadamente el 85% del PIB de esta nación de 20.000 habitantes.Pero, en los últimos años, los pobladores del archipiélago se han quejado de que el flujo de visitantes ha saturado los sitios más populares, dañado los arrecifes coralinos y molestado a la vida salvaje.El mayor crecimiento de visitantes se ha producido entre los grupos de viajeros organizados que llegan de China.Y, de hecho, ya en 2015 el gobierno había anunciado que reduciría a la mitad el número de vuelos chárter que llegan desde el gigante asiático.Remengesau, sin embargo, quiere ir todavía más lejos. Y su apuesta es convertir al país en un sinónimo de turismo de lujo.El presidente ha dicho que la ley privilegia “la calidad por encima de la cantidad” y también ha dejado en claro que Palaos quiere atraer sólo a gente dispuesta a gastar en grande. “¿Queremos controlar el crecimiento o que el crecimiento nos controle?”, les preguntó el mandatario a un grupo de periodistas locales, según la publicación Marianas Variety. “Hay una forma correcta de hacer las cosas y una forma equivocada”, le explicó a los reporteros, para luego destacar que, en materia de desarrollo, “los mejores lugares del mundo son aquellos que se han integrado al medio ambiente”. (Fuente BBC.com)
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