En primavera del 2012 algunas calles de Leandro N. Alem estaban cerradas, pues alumnos pintaban sobre ellas; inmediatamente pensé, ¿Hubiese sido mejor pintar muros, paredes o tapiales y no asfalto, pues las pinturas durarían más, las verían más personas y no se deteriorarían rápidamente por el paso de vehículos? Mis pensamientos calcularon lo más “conveniente”, pero pronto entendí que equivoqué mi planteo, ¿Por qué una expresión artística no puede hacerse principalmente por el placer que da hacerla?, ¿Por qué tenemos que encarar todo, incluso el arte, pensando en la conveniencia y el interés?Vivimos experiencias agradables y desagradables, que mientras más se repiten, más se reforzarán en nuestra memoria como placenteras o no, es como colocarse una gomilla apretando el brazo, para algunos será molesto y doloroso para sacar sangre, y para otros será el preludio placentero de inocularse una droga, pero ¿y después? El placer es una sensación agradable, de alivio, relajada, de satisfacción, euforia y bienestar, que tenemos al satisfacer un deseo, como por ejemplo comer por hambre, beber por sed, descansar por fatiga, tener relaciones sexuales, entretenernos por aburrimiento, obtener conocimientos cuando ignoramos algo, imaginar, crear arte, buscar sabiduría y desarrollar nuestra espiritualidad.Existen diferentes tipos e intensidades del placer, regulado por nuestra mente, variando según nuestras expectativas; está el placer de los sentidos como el olfato para las comidas, el sexual, en las artes como en la música o pintura, en el teatro, una película o fuegos artificiales, en una construcción o al leer un libro.Nuestras creencias y valores construyen mi significado de “belleza”, y percibirla nos dará placer, como al contemplar un cuadro; en cada paso elaboramos lo que es bello, lo atractivo y lo que rechazamos, por ejemplo me atraerá un tipo de físico o una personalidad. Para obtener placer debemos ser creativos, como al imaginar fantasías agradables, poseer buenos recuerdos, alegría y buen humor, ser comprensivos, perdonar, tener paz y serenidad; en resumen pensando en lo bueno, agradable y lo que nos hará feliz.Da placer un trabajo intelectual o manual, como finalizar una tesis, hacer una silla de madera o manejar un avión.Jugar da placer, aún recuerdo lo hermoso que en mi infancia era jugar al futbol, a las figuritas, a la payana, a las bolitas, con los soldaditos, tirarme en la bajada Escauriza de Rosario con un karting de rulemanes, y hacer carreras de autos de plástico rellenados con masilla. ¡Cómo deseo volver a sentir ese bienestar! Consideramos al placer y al dolor sensaciones opuestas, pues si hay placer no puede existir dolor, y viceversa, pero una minoría “distorsionada” siente placer dañando y haciendo sufrir llamado “sadismo”, o sintiendo dolor llamado “masoquismo”.El placer buscado en forma continua disminuirá el impacto de la sensación agradable, frustrándonos y creando la necesidad de buscar nuevos e intensos episodios; es por esto que son más impactantes las sensaciones de placer novedosas.Abusar al buscar placeres trastorna y mecaniza nuestra conciencia, causando trastornos compulsivos como las adicciones a las drogas, al alcohol, al tabaco, al juego, al sexo o al comer alimentos.Los griegos aconsejaban un placer moderado y consideraban un vicio cualquier placer inmoderado, el filósofo Epicuro expresaba que “debíamos lograr un placer equilibrado en lo físico, intelectual y emocional”.Nuestras emociones y sentimientos se relacionan al gozo placentero, por ejemplo al amar a nuestra pareja, padres y familia, en la amistad, o cuando somos aceptados con virtudes y defectos.Somos curiosos por naturaleza y descubrir algo insólito, desconocido e inusual nos da placer, como al viajar y pasear. Iniciamos la búsqueda del placer con un “deseo o pedido mental” de búsqueda, como escuchar música, pintar, tener relaciones sexuales, ingerir drogas o alcohol; que evaluaremos con nuestra razón y valores, para decidir qué hacer con este deseo.El deseo inicial se puede activar por un “detonante” como un “estímulo externo” como es ver un cuadro o una chica hermosa, enfrentarnos a una botella de alcohol o droga; o un “estímulo interno” producto de nuestra imaginación que crea una necesidad mental. Luego me pongo en “acción” para obtener lo deseado, compro pinceles, pintura y pinto, me siento al piano y toco, o compro una botella de vino o droga y la tomo.Luego cerramos el círculo de recompensa con una sensación de “satisfacción” luego de pintar, de hacer música, o de tomar vino o droga me calmo, hasta que aparezca una nueva señal que despierte el deseo.Van Gogh pintaba a toda hora, W. A. Mozart componía música a cualquier hora, O. Wilde y Shakespeare preferían “escribir” a hacer cualquier otra cosa; como ellos debemos imitarlos para seguir los comportamientos útiles y edificantes. Existe en nuestro cerebro un grupo de neuronas entrelazadas que registran, elaboran y producen el placer, formando un “Circuito de recompensa cerebral o Circuito del placer”, este “Circuito” graba y nos incita a repetir las experiencias agradables.El placer no es felicidad aunque sí está ligada a ella, y en general es la garantía de que se está llevando a cabo nuestra supervivencia. Pero! debemos recordar que también nos puede llevar a la destrucción por adicción.Este “Circuito de recompensa” producirá a través de la sucesión “deseo-acción-satisfacción”, la repetición de todos los actos guardados en nuestra memoria que son placenteros, está en nuestro razonamiento y valores la decisión final de repetirlos o no.Desarrollar nuestra “Espiritualidad” constituye uno de los placeres más importantes, algunos dirán: -¡EPA!, como junta una mala palabra con una actividad tan elevada-.Es que al placer lo cubrimos de una nube de superficialidad, prohibición y mundanidad que no es tal, debemos darle un mayor y más profundo significado.Creer en Dios, la contemplación, el éxtasis, la oración, la meditación, la congregación y el perdón, están dentro de los más puros y elevados sentimientos placenteros que podamos tener, los que requieren una elaboración mental mayor que la simple estimulación para tener un gozo sexual. Buscar placer es un gran estímulo para sobrevivir, cada uno debe buscar lo que le produce placer y confrontarlo con sus valores, para sacar una conclusión y encaminar una conducta, siendo para algunos la música, para otros el deporte.-Sabiendo lo que somos, y siendo fieles a esa idea, podremos llegar a ser lo que deseamos ser-.por Bazán J. L. – MédicoDeseo tu opinió[email protected]
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