Un cielo despejado y altas temperaturas pueden ser un combo peligroso para las personas que se exponen al sol en horarios poco recomendables o simplemente están en espacios hacinados y que no se hidratan como corresponde. Un dato a tener en cuenta es que muchas de las personas afectadas por un golpe de calor no estuvieron bajo el sol. El sol no es indispensable en la ecuación para sufrir uno. Pero sí la falta de líquidos. Las temperaturas altas que por estos días tiene la provincia impactan sobre su población más vulnerable: los niños y los mayores de 65 años. “En Emergencia del Madariaga, así como en Pediatría, vemos que los más sensibles al golpe de calor son los extremos de los grupos etarios: los más chiquitos y los viejitos. Estos últimos, por una cuestión fisiológica y evolutiva, tienen un sistema biológico cuyo funcionamiento es más lento y eso repercute en los mecanismos de respuestas al calor. A eso hay que sumar las enfermedades crónicas que puedan sufrir”, indicó a PRIMERA EDICIÓN el jefe del Servicio de Emergencia del hospital Madariaga, Mario Sánchez. Según precisó, en estos últimos días atendieron muchos pacientes con síntomas que pueden atribuirse a golpes de calor, “cefalea intensa, mareos, hipotensión (presión baja) que es un mecanismo de respuesta cuando el cuerpo concentra demasiado calor. Nuestro organismo concentra o libera calor para mantenerse a una determinada temperatura; cuando la temperatura ambiente es muy alta nuestro cuerpo tiende a sobrecalentarse y un mecanismo de defensa es la vasodilatación (nos ponemos colorados)”. Según indicó, “algunos pacientes reconocen los síntomas como los del golpe de calor. Otros no lo saben e incluso pueden llegar a sufrir pérdida de conciencia. Pero después cuentan al médico que estuvieron varias horas en la cola del tren para cruzar a Encarnación o hacinados en un lugar cerrado en un lugar con mucho calor”, detalló. En estos casos, y siempre en función de la situación clínica, los pacientes son atendidos en Emergencia donde se los hidrata (suero) y se los trata de acuerdo a los síntomas que presenten, “si está muy hipotensa o no puede caminar, se les pone un suero y se le expande el volumen intravascular. Después se les medica para las náuseas, dolor de cabeza o se les aplica el compuesto natural que nuestro propio cuerpo produce para combatir el estrés: corticoides. En la mayoría de los casos, se los evalúa y se sugiere un tratamiento ambulatorio. Se indica siempre reposo, hidratación amplia y tratamiento sintomático”, precisó.La importancia del líquido La mayoría de los síntomas del golpe de calor son atribuibles a la deshidratación. “En general, la gente toma menos líquidos de los necesarios. Cuando hablamos de líquidos, hablo de agua en cualquiera de sus presentaciones: mate, jugos, tereré e incluso gaseosa… porque todos estos productos están hecho a base de agua. Por supuesto que lo ideal es tomar agua pero los otros líquidos también hidratan”. Bacterias + calor= intoxicación En forma proporcional al aumento de golpes de calor, se registra también el incremento de los cuadros de gastroenterocolitis “porque el mismo calor genera sobrecrecimiento bacteriano y por eso es más frecuente que los alimentos crudos y cocidos se contaminen en verano. Ello se evidencia en un aumento de la frecuencia de gastroenteritis por intoxicación alimentaria”, detalló Sánchez.El agua también puede ser el causante, “porque es uno de los elementos que rápidamente vehiculiza bacterias, pero no es el único pues los alimentos son otra forma muy frecuente”. “El protector solar no previene el golpe de calor” Según el médico pediatra Norberto Sotelo, de la guardia de Emergencia del hospital de Pediatría, en ese nosocomio no ven muy a menudo cuadros “floridos” de golpe de calor, pero sí niños que llegan con síntomas y se los trata a tiempo antes de que se les complique su estado. “Vienen con cefaleas, vómitos, nauseas, síntomas de deshidratación o insolados y se les trata en forma inmediata los síntomas. Por esa razón, hay pocos cuadros que llegan a ser diagnosticados como golpes de calor, quizás uno cada veinte de estos casos que llegan con síntomas incipientes”, señaló. “Los rayos del sol son tan fuertes que atraviesan mediasombras y las telas. Además, la piel de los niños es muy frágil y los chicos toman poca agua porque se olvidan porque están jugando en la pileta… los padres les ponen protector pensando que los protege de los golpes de calor, pero no es así, el protector los protege de los rayos del sol pero no del calor”.Según precisó el médico a PRIMERA EDICIÓN, también aumentaron los cuadros de gastroenterocolitis “por consumo de alimentos que salieron de la cadena de frío o por tomar agua de arroyos y ríos que puede estar contaminada”. Atención a los síntomasEl director de la Red de Traslado, Orlando Querencio, indicó a este Diario que “en promedio tenemos entre cuatro y cinco llamados diarias por cefaleas y deshidratación que están asociadas al golpe de calor” e indicó que “muchas veces la gente no tiene los cuadros clínicos habituales. El zumbido en oídos, náuseas, mareos o dolor de cabeza puede indicar el inicio del problema y a veces el organismo es tan rápido para compensar que la gente no se percata, pero puede terminar internado”. Para cerrar remarcó que “si la persona no aporta líquidos al organismo, sumado a la exposición al sol, puede entrar en un cuadro de deshidratación”.
Discussion about this post