La Reserva Natural Urbana Arroyo Itá, uno de los pulmones verdes de la ciudad, anunció su temporada de verano para que los ciudadanos se contacten con la naturaleza. Está ubicada en la zona de El Brete, frente a la avenida costanera, con acceso por la avenida Urquiza, junto al puente sobre el arroyo homónimo, y funciona todos los días de 8 a 18. Ayer se realizó la reapertura del establecimiento que depende de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), para exponer las mejoras en la infraestructura que se realizaron con el objetivo de garantizar el disfrute de los recorridos por senderos que permiten conocer el lugar. “La idea es tener un sitio que se diferencie de las plazas donde uno va a tener contacto entre humanos, acá se busca el contacto con la naturaleza. Detenerse, observar y aprender sobre la fauna y flora. Por eso lo que se hizo fue construir este espacio verde para dedicarlo a la educación ambiental. Es un espacio público de uso gratuito para la comunidad”, explicó María Dora Schäerer, encargada de la reserva y perteneciente al sector Medio Ambiente de la EBY. Agregó que la reserva fue construida mediante la necesidad del tratamiento costero para evitar las crecientes a raíz del embalse del río. Este espacio protegido, pequeño pero sumamente importante para la ciudad, cuenta con un área de dos hectáreas y media de extensión. Es visitado aproximadamente por 130 especies distintas de aves, entre las más destacadas se encuentra: el ave Churrinche, logo de la Reserva Arroyo Itá; el pájaro Ratona Grande apreciado por su exótico canto, y la Mosqueta Pico Palo, amante de los bosques. También existe una diversidad notable de árboles nativos, plantados por los encargados del lugar y colaboradores con la intención de poder rearmar un ecosistema con las especies propias de Misiones. “Los árboles son los principales dadores de refugio y alimento a una amplia cantidad de pájaros”, comentó una de las encargadas de proteger el refugio natural, agregando que la presencia de mamíferos como carpinchos, cuises, nutrias, lagartos, entre otros, no dejan de notarse cuando se transitan los senderos curvos que guían el recorrido. “Es un lugar de disfrute, detenimiento y tranquilidad. No hay alimañas, las personas puede transitar tranquilas. Este lugar está cuidado”, aclaró Shäerer a PRIMERA EDICIÓN, contemplando la posibilidad que muchas personas al ver pastizales altos creyeran que es síntoma de abandono pero “los pastos altos son necesarios para atraer a los pájaros, para que se alimenten de las semillas”, concluyó. Plan veraniego para los chicosEl parque urbano se ofrece como punto de espacio recreativo para las delegaciones de colonias de vacaciones durante el receso de verano, donde los visitantes podrán disfrutar de un espectáculo de realidad virtual, como también recibir información sobre el emprendimiento hidroeléctrico y las acciones ambientales que lleva adelante la entidad. La reserva Itá forma parte del circuito de un plan de visitas guiadas organizado por la EBY donde niños de los comedores dependientes de la entidad, hacen un paseo recreativo por vacaciones en diferentes puntos de la ciudad. Fotos: J.C. Marchak
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